miércoles, 9 de marzo de 2016

El Cáncer, fuente de Salvación

Para la supervivencia del gen, familia, estirpe, o población.

El comportamiento evolutivo tiene como función, o fin el adaptarse al Medio del que procede, por lo que es la inmolación.

El comportamiento reproductor del individuo tiene como función, fin, o propósito la de transmitir aquellos comportamientos eficaces para la supervivencia de la población a la que pertenece para hacer posible la inmolación de esta reintegrándose al Medio, o Universo.

No hay que confundir Individuo con Población.

Una aproximación al conocimiento de la vida basada en una teoría en la que esta gura en torno al hombre, nos retrotrae a los tiempos anteriores al atrevimiento de Galileo Galilei. En aquel tiempo, todo lo observable gira en torno a la tierra. 

La tierra (intencionadamente pongo todo en minúsculas), es el lugar en el que habita el hombre, objeto elegido por un dios que también es único para aquellos hombres que únicos hombres. Ni es singular el hombre, ni la tierra es única, ni el universo es único, ni tampoco es único dios, desde que Newton bajó a la tarima desde el púlpito, o cielo y, habló en palabras de  todos los hombres y abandonó la única lengua, o latín.

No hay un dios creador de un Universo y que, por ello, habita fuera de él. La Tierra no es un planeta, o parte del Universo elegido por un dios para que lo habiten los seres vivos. El Hombre no es un ser vivo elegido por un dios para que los domine. La célula no es un ser vivo elegido por un dios para que domine a todo lo que no sea célula. No hay un Medio en el que habita la célula. No hay un Medio Interno a un Medio  externo. No hay átomos formados por una corteza y un núcleo. No hay una partícula habitada por sub-partículas. No hay cuerpos y ondas.... No hay un ayer y un hoy. No hay un dentro y fuera.
No hay un señor y un servidor. No hay un Capital y un trabajo....En realidad solo hay un ¨punto M¨entre demanda y oferta. Solo hay en el hombre una realidad adimensional, no sensible que Ibn Ib D'Azir denominó como un maestro solo puede hscer: öbjeto intermedio¨y que la Física renombró como ¨constante universal¨, o ¨muletilla universal¨.

Si podemos interpretar a Einstein: algún día el Hombre no necesitará muleta alguna para comprenderse. 

Bueno, lo digo yo por ser de Lughonia, pués allí, los hombres elegidos por dios, no le tocan el dedo sino que le dan la mano y no le hablan en ls¡atin clásico  ni en el moderno, allí los hombres y dios falamos muncho y bien entrambos.

Un abrazo a toos.

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