lunes, 31 de diciembre de 2018

TOC en CAC

El señor Torra tiene un comportamiento propio del psicópata que reproduce el comportamiento de un individuo que no se comunica con la palabra, o protopersonal. Este individuo, que ontogenicamente no alcanza el nivel de persona (14 años), por una malformación o por agresión córtical subcortical fronto/subfrontal.

O que filogenéticamente alcanza el nivel propio de la subespecie idiota, zoquete, o “conservador”, por no ser capaz de adaptarse a los cambios del medio.

El mismo problema lo tiene Puigdemont, Casado, Aznar, Rajoy, Rivera y el secretario de Cs. Por ejemplo. No lo fueron Fraga, pe.


El señor don Pedro Sánchez debe tener en cuenta a estos individuos que, con frecuencia, se comportan como “trileros” o, politejos, según la división humana de laantropóloga y Etnóloga Dolores García, de la prestigiosa Universidad de Lughonia.

El TOC de Torras.

El señor Torra tiene un comportamiento propio del psicópata que reproduce el comportamiento de un individuo que no se comunica con la palabra, o protopersonal. Este individuo, que ontogenéticamente no alcanza el nivel de persona (14 años), por una malformación o por agresión córtical subcortical fronto/subfrontal.

O que filogenéticamente alcanza el nivel propio de la subespecie idiota, zoquete, o “conservador”, por no ser capaz de adaptarse a los cambios del medio.

El mismo problema lo tiene Puigdemont, Casado, Aznar, Rajoy, Rivera y el secretario de Cs. Por ejemplo. No lo fueron Fraga, pe.


El señor don Pedro Sánchez debe tener en cuenta a estos individuos que, con frecuencia, se comportan como “trileros” o, politejos, según la división humana de la antropóloga y etnóloga Dolores García, de la prestigiosa Universidad de Lughonia.

Ella describe como troca un nivel de comunicación en su inversa.

Derecho al dolor


Derecho al dolor

A veces, por amor, ni queremos ni podemos superar el dolor por la pérdida de un ser querido



Un ciclista pasa por una calle con decoración navideña en Taiwán.
Un ciclista pasa por una calle con decoración navideña en Taiwán. EFE

Después de perder a su hija Sophie en 1920, Sigmund Freud matizó su teoría sobre el trabajo de duelo. Hasta el momento había sido inflexible en la diferenciación entre duelo y melancolía: el primero, forma “sana” de afrontar una pérdida; la segunda, declive patológico, resistencia a asumir esa pérdida y sustituir el objeto deseado por uno nuevo. En una carta a su amigo y colega Ludwig Binswanger, quien acababa también de perder a un hijo, Freud escribe: “Se sabe que el duelo agudo (…) hallará un final, pero que uno permanecerá inconsolable, sin hallar jamás un sustituto. Todo lo que tome ese lugar, aun ocupándolo enteramente, seguirá siendo siempre algo distinto. Es así, es la única forma de continuar con el amor que no se quiere abandonar”.
A veces, por amor, ni queremos ni podemos superar el dolor por la pérdida de un ser querido. A veces necesitamos encontrar un refugio donde cobijar ese dolor y protegerlo, darle el espacio que necesita. En La mirada de los peces, Sergio del Molino reflexionaba sobre el duelo desencadenado por la muerte de su hijo: “No sé qué es el duelo (...), no tengo ni idea, ni quiero saberlo. No aspiro a superar nada, este dolor es mío y me gusta. Lucharé contra quien quiera quitármelo”. El dolor se convierte en vínculo con el ser querido ausente. Sentirlo es recordarlo.
Estos días de asueto navideño regreso al pueblo, a la casa familiar, y me reencuentro con historias de duelo inacabado, con una amiga que se ha quedado huérfana en un plazo de dos años y que vive con ansiedad la llegada de las fiestas. Mi amiga se acuerda de sus padres todos los días del año porque recordarles, me dice, es la forma de que sigan un poco vivos. Pero la forma de recordar en estas fechas no es la misma que durante el resto del año: es impositiva y esquizofrénica. Impositiva porque la Navidad es ineludible: los anuncios, las luces en la calle, los villancicos en espacios públicos y establecimientos, las cenas de familia, de empresa y de cuadrilla, las felicitaciones —Feliz Navidad, Feliz Año, Felices Fiestas—, los regalos… Y con todo esto, con todos los rituales que se repiten cada año, se recuerdan también las Navidades pasadas, compartidas con aquellos que ya no están. Esquizofrénica porque, a pesar de que el recuerdo y su dolor son inevitables, se exige de quien recuerda que, aun así, disfrute las fiestas, sea feliz, reciba el año con alegría. Si normalmente somos una sociedad poco dada a hablar del dolor, si el dolor de los demás nos incomoda —“no llores”, “tranquilízate”, “sé fuerte”—, en este periodo navideño durante el que consensuamos una especie de felicidad por decreto, todavía se hace más difícil defender la propia fidelidad al dolor.
Pero durante estos días de celebraciones, más que nunca, tendríamos que preguntarnos qué hacemos con la tristeza en un entorno que no la contempla, qué hacemos con lo que nos duele, no sólo personalmente, también con las terribles noticias que sólo hace unos días nos desgarraban (acordémonos de Laura Luelmo) y que durante las celebraciones dejamos voluntariamente de lado.
Cuando pasan las Navidades y acaba el año, cuando comienza el año nuevo y se celebra la última comida pantagruélica el Día de Reyes, mi amiga respira tranquila y continúa su duelo, cultivando ese refugio en el que cuida, como siempre cuidó de sus padres, de ese amor que es dolor y que no quiere abandonar.
Puedes seguir EL PAÍS Opinión en FacebookTwitter o suscribirte aquí a la Newsletter.
Se adhiere a los criterios de 
The Trust Project


domingo, 30 de diciembre de 2018

Un futuro en el espacio que dedico a mi sobrino Augusto y mis amigos Chema Campillo y Luciana, en agredecimiento




Hoy, 31 de Diciembre hacemos festejo de finalizar un Año. Mañana, 1 de Enero, haremos festejo de iniciar un año, el 2019 Ciclo Anual desde un hito en la vida del Ser Humano, aquel denominado ser nacido el Hijo de Dios por la Mujer Elegida por el Sumo Hacedor para ser Madre de Su Hijo con el fin de ser Sacrificado por los Seres Humanos y Ofrecido a Él para redimirles del Pecado Original, Desafiarle en su Obra, La Creación del Universo, a la que dará Orden Humana, Apartando aquel dado por Él y al que le conocerán como Kaos, cuya Naturaleza Divina Niegan.

Así, hoy, los Seres Humanos adoran su creación denominándola Probabilidad y no aprecian la Creación del Supremo denominándola Kaos. Estudian, profundizan, en el Conocimiento del Sumo Hacedor y en su creación como  una Conocer Total. Este Conocer Total, los Seres Humanos lo conciben como un Hiperciclo resultante de la intersección de dos Subciclos, Aparente, Observable, Probabilidad, o Humano. Y, Latente, No Observable, Detectable, o Divino.

Hoy hacemos Observable, o Probable transformando el Universo, o Campo de Observación, en Mundo Tierra. El Ser Humano, en este ciclo que comienza hoy, Transformará el Universo del Sumo Hacedor en el Universo Planetario Solar.



Un futuro en el espacio

Tres misiones espaciales llegarán en los primeros días del nuevo año a tres destinos novedosos y fascinantes





Recreación artística de la sonda 'New Horizons' en su camino hacia Ultima Thule. NASA / EPV
Prospección, lo llaman los expertos. Profecía, dicen los críticos, que saben que los verdaderos descubrimientos son justo los que no ha predicho nadie. Un clásico tan navideño como la glosa de los descubrimientos del año que acaba es la predicción de los del año que viene, salvo que éste suele ser un ejercicio de riesgo. Decir “el año que viene emergerá la computación cuántica” es una de las formas más fiables de hacer un ridículo histórico. Sin embargo, hay predicciones para el año que viene que son tan seguras como que amanecerá mañana, como los tres hitos de la exploración espacial que puedes leer en Materia. Por la naturaleza de este sector de la ciencia, las tres naves ya se dirigen a su destino. Las misiones han ido a la perfección hasta ahora y, miel sobre hojuelas, alguna estará mandando imágenes poco después de que nos comamos las uvas. O de que se las coman ustedes, porque yo soy incapaz de deglutir esa sobredosis de biomasa en un lapso tan exiguo, y hace años que ni lo intento.
Por una ironía del destino, las tres misiones cubren simultáneamente la escala casi entera de nuestro sistema solar, y en cierto modo recapitulan la historia de su exploración. La que salió antes y ha llegado más lejos es la sonda New Horizons de la NASA, que está ya en el cinturón de Kuiper, el enjambre de piedras de diversos tamaños que orbita alrededor del Sol más allá de Plutón, y de donde vienen los cometas. Esos “objetos transneptunianos” tienen entre diez y mil kilómetros de diámetro, y el objetivo de New Horizons es uno de los más pequeños (30 kilómetros), Ultima Thule. Cuando la sonda llegue a su proximidad, Ultima se convertirá en el objeto más lejano que haya visitado nunca un artefacto humano. Y también en el más primitivo. Puesto que se piensa que los cometas pudieron sembrar en la Tierra primordial los componentes químicos de la vida, como los aminoácidos que forman nuestras proteínas, esta expedición podrá aclarar algunos puntos sobre esa enorme región del espacio donde se originan los cometas, y por tanto sobre nuestros ancestros moleculares.
A otra escala mucho menor de distancia, la sonda Osiris-Rex, también de la NASA, empezará el día de año nuevo a orbitar un asteroide llamado Bennu. Si del cinturón de Kuiper vienen los cometas, del cinturón de asteroides, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, vienen los asteroides, como es natural. Uno de estos objetos que se salió de su órbita fue el protagonista de la extinción de los dinosaurios, y de la mayor parte de la vida marina en nuestro planeta hace unos 68 millones de años. Bennu es un testigo de los orígenes del sistema solar, y también puede contener componentes químicos básicos para la vida. En la tercera misión, quizá la más romántica de las tres, la sonda china Chang’e-4 se posará por primera vez en la cara oculta de la Luna.
Tres regalos de año nuevo para el lector que lea Materia.
LA CIENCIA DE LA SEMANA es un espacio en el que Javier Sampedro analiza la actualidad científica. Suscríbete a la newsletter de Materia y lo recibirás cada sábado en tu correo, junto con una selección de nuestras mejores noticias de la semana.
Se adhiere a los criterios de 
The Trust Project



MÁS INFORMACIÓN

Carolina Mayeur ex-esposa de Josep Borrel y madre sus dos hijos, Lionel y Joan

ES LA MADRE DE SUS DOS HIJOS

¿Quién es Carolina Mayeur, la ex de Borrell detrás de la multa de Abengoa?

En 1999, Borrell dimitió por unas inversiones en Suiza de su exesposa. 19 años después las finanzas de la que fue su mujer le vuelven a dar problemas. ¿Quién es realmente ella?

Foto: Retrato de Carolina Mayeur.
Retrato de Carolina Mayeur.
TIEMPO DE LECTURA4'
Hay pocas fotografías de la francesa Carolina Mayeur (1951), la que fue la primera mujer de Josep Borrell y por la que el ministro ha pasado los dos momentos más delicados de su carrera política. Por unas finanzas relacionadas con ella (una inversión en un fondo promovido por José María Huguet y Ernesto de Aguiar, acusados de fraude fiscal), el político catalán tuvo que dimitir en 1999. Iba meteóricamente para candidato a la presidencia del Gobierno en 2000 y tuvo que renunciar a la presidencia del PSOE, a pesar de haber salido vencedor frente a Almunia en las primarias.
Ahora, al ministro Borrell le vuelve a salpicar su exmujer y madre de sus dos hijos (Lionel y Joan). Mayeur sigue ligada a su exmarido, que le gestionaba su cartera inversora hasta hace un año. Según desvelaba 'La Información', la operativa no pasó inadvertida para la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que en junio de 2017 abría una expediente sancionador al político por el uso de información privilegiada en la compraventa de acciones de Abengoa, compañía de la que era consejero.

Ex alto cargo del ministerio

Pero ¿quién es realmente Carolina Mayeur? Es una socióloga francesa de origen judío. Y muchos tienen la imagen de que vive ajena a España desde que se separó de Borrell y que reside en Palestina, donde trabajó de 1997 a 2000 para la ONG Solidaridad Internacional. Sin embargo, Mayeur está fuertemente vinculada con nuestro país y no solo por el padre de sus hijos, ya que tiene una dilatada carrera en la administración pública.
El ministro Josep Borrell en una foto reciente de EFE.
El ministro Josep Borrell en una foto reciente de EFE.
Mayeur inicia su carrera profesional en el ámbito de la enseñanza universitaria de Madrid y en 1988 ingresa en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado Español. Trabajó en la Dirección General de Migraciones hasta 1997 y luego en el Imserso (Instituto de Migraciones y Servicios Sociales), como consejera técnica en la Unidad de Relaciones Internacionales.
Tras su divorcio de Josep Borrell en 1997 solicita una excedencia y se incorpora a Palestina con la anteriormente citada ONG. Curiosamente el ministro conoció a esta francesa de origen judío precisamente en Israel en 1969, donde él estaba haciendo labores de cooperación en un kibutz. En junio de 2004 es nombrada subdirectora general de Cooperación con los Países del Mediterráneo y Europa Oriental, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Mayeur tiene una buena relación con la exministra de Zapatero, Leire Pajín Iraola. Después de haber ocupado altos cargos en el ministerio del que ahora es titular su ex, actualmente es docente en varios másteres de cooperación al desarrollo y una autoridad en estos temas.
El expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y su pareja Cristina Narbona, en 2017. (EFE)
El expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y su pareja Cristina Narbona, en 2017. (EFE)

"Tengo la conciencia tranquila"

Le une a España además su piso en el centro de Madrid y sus hijos, que siguen teniendo vínculo con la capital. Joan y Lionel. El primero es el más conocido, pues ha sido cónsul de España en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y ahora es el responsable de la sección consular de Panamá. También ha trabajado como productor cinematográfico colaborando con el PSOE. Por su parte, Lionel es piloto de la aerolínea Air Nostrum. Carolina Mayeur y Josep Borrell siguen manteniendo una relación cordial y cercana.
En 1999, Borrell dimitió por sus inversiones en Suiza, 19 años después se repite una historia sin final aún. Entonces, Mayeur declaró a la Cadena Ser: "Tengo la conciencia tranquila". "He hecho lo que suelen hacer la mayoría de los ciudadanos españoles con su dinero: tratar de sacarle una rentabilidad", añadió, recalcando además que los beneficios logrados en aquella operación bursátil fueron "escrupulosamente declarados" a Hacienda cuando efectuó la declaración de la renta.
La exesposa de Borrell admitió que conocía las actividades en la Bolsa de José María Huguet y Ernesto de Aguiar y que "muchas veces" reparó en que vivían por encima de sus posibilidades, pero no sabía que tuviesen una cuenta en Suiza. "Para nosotros no es una cosa normal, es una cosa de mafiosos", agregó.