lunes, 6 de junio de 2016

¡Adelante compañeros mi montura "pialla"!

Es un hecho, desde 1978, o "período de transición", que el Estado del Reino de España es un Estado fallido.

Daría mi caballo a mi Rey Don Felipe para que saliera ileso del Campo de San Jorge pero se lo negaría para abandonar España. ¡Antes morir que traicionar!

No abandoné nunca, ni eludí responsabilidad alguna, el campo de batalla de España. Nadie puede decir que ha visto mis espaldas ni arrodillarme. Es este mi campo de batalla y no deseo otro. Será la noche de Granada mi última batalla, perdida.

De malandrines comedores de ajos está nuestra España llena, todos ellos comiendo en casa ajena la sopa que a peregrino alguno se le niega. Reniego de aquellos que mintieron de hacer una España unida; malos reyes fueron los que se les dice católicos porque solo Casto a Don Alfonso se le dice.

Cuando el río está desbordado solo es rey quién dice: ¡Adelante compañeros mi montura "pialla"!

Si algún día has sabido lo que es dignidad y de ese saber te queda, aparta y deja pasar.


Hacienda estudia que las empresas anticipen parte del pago de sociedades

El ministerio contempla recuperar los pagos fraccionados si la recaudación sigue cayendo






El Gobierno baraja alternativas para incrementar de forma inmediata la recaudación fiscal en caso de que los ingresos tributarios prolonguen su caída. La cosecha de impuestos durante los primeros cuatro meses del año se ha reducido cerca de un 10,3% respecto al mismo periodo de 2015 y compromete la consecución del objetivo de déficit. Pero el Ejecutivo avisó en el Programa de Estabilidad 2016-2019 que remitió a Bruselas, de que recuperaría los pagos fraccionados del impuesto de sociedades para reanimar la recaudación.
La preocupación cundió en el Ejecutivo en funciones del PP cuando conoció las cifras de recaudación fiscal correspondientes al primer cuatrimestre del año. Estaban en plena negociación con Bruselas para fijar el nuevo objetivo de déficit público y las cifras de ingresos tributarios del arranque de año no eran suficientes para reducir la brecha presupuestaria.
Desde el Ministerio de Hacienda explicaron los motivos del desplome de la recaudación, que se reduce un 10,3% hasta abril en términos homogéneos —eliminados los efectos del calendario sobre los diferentes ritmos de devoluciones y retenciones de los impuestos—. Argumentaron que se debe a la reforma fiscal, que junto con la rebaja del IRPF, incluía una reducción de los tipos del impuesto de sociedades hasta el 25% a partir de 2016. Además, se eliminaban las medidas transitorias de 2012 que afectaban a los pagos fraccionado del impuesto que grava el beneficio de las empresas.
La supresión de estos anticipos a cuenta de la liquidación definitiva del impuesto sobre sociedades ha provocado una caída de la recaudación de este impuesto del 48%.
Aunque desde Hacienda achacan casi toda la pérdida recaudatoria a este efecto, lo cierto es que los ingresos homogéneos del IRPF también se reducen un 2,1%, y los impuestos especiales caen un 5,1%. Durante los cuatro primeros meses del año solo crece la cosecha del IVA y lo hace menos de la mitad que el año pasado.

LOS INGRESOS FISCALES CAEN HASTA ABRIL


La recaudación tributaria disminuye hasta abril un 10,3%, sobre la registrada en el mismo periodo del año anterior.
El impuesto de sociedades cosecha un 47,9% menos que en el primer cuatrimestre de 2015.
El IRPF obtiene un 2,1% menos de ingresos durante los primeros cuatro meses del año.
Los impuestos especiales también se dejan un 5,1% respecto a lo recaudado hasta abril del año pasado.
El IVA es el único impuesto que recauda más, un aumento del 5,2% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente.

El plan de estabilidad

Ante esta situación, el Gobierno decidió incluir en el Programa de Estabilidad 2016-2019 un aviso sobre las medidas que adoptaría si la recaudación sigue perdiendo fuerza.
“Si se observase una pérdida de recaudación superior a la estimada en este Programa de Estabilidad como consecuencia del fin de la vigencia en 2016 de determinadas medidas temporales en el impuesto sobre sociedades adoptadas en el pasado, se podrían tomar medidas para limitar su impacto en 2016”, señala en el documento remitido a Bruselas. Y prosigue: “Al tener la reforma del pago fraccionado un efecto puramente financiero, que se reparte entre los pagos en 2016 y la liquidación del impuesto en julio de 2017, el nuevo Gobierno podría activar cambios normativos que, sin incrementar la fiscalidad de las personas jurídicas, garantizasen un impacto limitado en la recaudación de este impuesto”.
De esta forma, el Ejecutivo en funciones tiene la opción de recuperar después del verano los pagos fraccionados sobre el impuesto de sociedades si la recaudación sigue resintiéndose más de lo previsto por la reforma fiscal. Si así fuera, las empresas tendrían que adelantar un porcentaje de sus beneficios que luego compensarían cuando presentaran la liquidación final del impuesto en julio del año siguiente.
Desde Hacienda insisten en que los ingresos tributarios se recuperarán a lo largo del año y que se trata de una cuestión coyuntural. “La recaudación no está pinchando”, explican fuentes del Departamento que dirige el ministro Cristóbal Montoro. “En mayo la recaudación va sobre presupuesto”, insisten desde Hacienda, donde confían en que el aumento del empleo contribuya a animar la recaudación.
Las mismas fuentes explican que durante los peores años de la crisis las empresas han acumulado muchas bases negativas —créditos fiscales generadas por pérdidas contables que les permiten rebajar su factura fiscal del futuro—. De hecho, un informe difundido el año pasado elevaba hasta los 62.000 millones los créditos fiscales de las empresas del Ibex. Hasta ahora la aplicación de estas bases imponibles negativas estaban limitadas para poner topes a las pérdidas fiscales durante la crisis, pero a raíz de la reforma fiscal, las grandes multinacionales pueden deducirse la mayor parte de estas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario