domingo, 10 de abril de 2016

Cercano al fin de mi apariencia.

Llegado este momento, ya tan cercano a revelarme contra mi vida, puedo decir que me dediqué a la práctica de la medicina por no defraudar a mi madre: ella siempre pensó que estudiaba Medicina. En mi tercer año universitario me habló como si yo estuviera estudiando Medicina. Pensé que debía hacerlo para no desilusionarla.

Sin embargo, hice unos estudios médicos con una base científica muy sólida que me produjo muchos problemas con mis cohabitantes laborales que me sirvieron como estímulo para hacer medicina científica a la vez que para vivir en el ostracismo familiar y poblacional; nunca me sentí miembro de una sociedad. Nunca me sentí puré sino ensalada.


Lamento si hice mal a algún individuo, o colectivo.

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