Al Partido Popular solo le falta que le fisguen al clan nepote gallego en Sanidad y de su presidente que no quiere verse en el marrón de Madrid. Si a ello se le une el neumococo rugoso que les siguió, entonces veremos el ocaso de la oscuridad administrativa pública.
La impoición desde el ministerio que no resultó en Oviedo a pesar de la "nobleza" no rural asturiana, q.e.d. claro que también el PSOE colaboró desde su ancestral hambruna con repetidos eruptos devenidos de tanta genuflexión sobre los intereses del asturcón cuando este abandonó el Sueve para acercarse a Oviedo pasando por Gijón sin pasar por Llanera, pueblo que no sabe de hambrunas genéticas ni miserias de señor alguno.
El envilecimiento pretendido de adquir como fuera material de una empresa informática americana con astucia comercial dirigida desde las entrañas personales del ministerio de Sanidad, ha hecho que la asistencia sanitaria no hsya sido posible echarle el servofreno y, por ello, descarrilase en la más salvaje sgrupación. Tras el ministro gallego y su corte vino la ministra andaluza de cuya pobreza intelectual solo se puede explicar a través de las diferencias biológicas de las poblaciones neumocócicas lisas y las rugosas.
Pero, coño Manolo yes tontu.
Bueno home ye que nun comi caliente nunca. Soy fia de chusqueru.
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