El prepucio tiene como trabajo cerrar el meato tras la micción con el fin de no permitir la entrada de aire a la vejiga.
No se debe hacer circuncisión, salvo el caso de malformación.
La circuncisión es una práctica sanitaria practicada que, para su expansión, determinadas religiones la ligaron al pecado original lujuria por la pérdida de sensibilidad del glande expuesto.
En el surco balano-prepucial se excreta un fluido filante con propiedad de adherencia, no habiéndose apreciado propiedad antibacteriana.
El prepucio debe permitir su retracción y aseo.
NO SE HA DE REALIZAR ESTA MUTILACIÓN GENITAL DEL MACHO.
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