miércoles, 20 de febrero de 2019

El mercader de Venecia. Análisis jurídico.


Antonio nunca debió haber comprometido a su esposa si no le devolvía la cantidad prestada.






EL MERCADER DE VENECIA
MÓNICA GUARDADO ROSA MARÍA VICIEN

Antonio, un rico mercader veneciano, ha invertido todo su dinero en una flota de barcos que efectúa viajes de comercio por diversas partes del mundo. Un íntimo amigo suyo, Bassanio, le pide prestados tres mil ducados para presentarse ante su amada Porcia en calidad de acaudalado pretendiente. El momento es indudablemente crítico para Antonio, quien no dispone de dinero en efectivo. Como desea ayudar a su amigo, le pide prestados los tres mil ducados a Shylock, un prestamista judío. Al principio, Shylock finge no querer efectuar el préstamo. Reprocha a Antonio por el desprecio y la descortesía con que lo ha tratado anteriormente, pero luego consiente “a manera de broma” con la condición de que Antonio firme un contrato en el cual acceda a perder una libra de carne si el dinero no es repuesto dentro de los tres meses. Shylock considera razonables dichos términos, y Antonio, creyéndose afortunado por no tener que pagar un alto interés, accede. En realidad la esperanza del prestamista es que Antonio no pueda pagar. Piensa que al obtener la libra de carne y matar a Antonio podrá vengar a su raza, repudiada y perseguida en ese momento en Venecia. Una vez obtenido e] dinero, Bassanio comienza los preparattvos matrimoniales. Contrata como sirviente a Launcelot Cobbo .V Parte para Belmont acompañado por su amigo Graciano, quien a su vez ha ayudado a Lorenzo, amigo común, a fugarse con Jessica, la hija de Shylock. Mientras tanto, en Belmont, una serie de distinguidos príncipes prueban su suerte para obtener la mano de Porcia, rica heredera de quien Bassanio está enamorado y cuya mano pretende- Según esmblece el testamento de su padre, deberá casarse con qmen saque un Tetrato suyo del interior de tres cofres de oro, plata y plomo. Por supuesto, es Bassanio quien efectúa la elección correcta. Como Porcia no es indiferente a su amor, se comprometen .V ella le regala un ¿"lino del cual el joven promete no separarse nunca. También Nerissa —criada de Porcia- y Graciano se enamoran y comprometen formulando .223 votos de amor eterno.- Nerissa, al igual que Porcia, regala un anillo a su prometido. Es precisamente en este momento que llegan Lorenzo y Jessica con una carta de Antonio para Bassanio. Shylock está enfurecido. Su hija se ha fugado con un cristiano y además se ha llevado una enorme suma de dinero y una valiosa joya. Esto hace que el prestamista se encapriche aún más en contra de Antonio, creyéndolo implicado en la huida de Jessica. Le ha llegado la oportunidad de vengarse. En la carta, Antonio informa a Bassanio que sus barcos se han perdido y que se acerca la hora del pago de la deuda. Presintiendo que su vida peligra, desea verlo antes de su muerte. Bassanio se turba ante tales noticias, pero Porcia, al enterarse, le aconseja volver a Venecia con el dinero que ella misma le proporcionará para pagarle al judío. Bassanio sigue los consejos de su esposa. En Venecia, trata de inducir a Shylock a que acepte el dinero pero todo resulta en vano. Ha pasado el día del plazo y Shylock no acepta otro pago que no sea el_ estipulado en el contrato. Sólo quiere la libra de carne. Esa es la palabra de la ley y deberá cumplirse. El caso llega a la corte. Allí se le ofrece al prestamista su dinero, duplicado si fuera preciso. Este rehúsa aceptarlo y declara que si los términos del contrato no se cumplen, la imparcialidad de que se jactan las leyes de Venecia es inexistente. El Dux está por dejar el caso en suspenso hasta que llegue un conocido abogado, de nombre Belario. En ese momento entra un joven con una carta en la que explica Belario que no podrá asistir a la Corte por encontrarse enfermo. En su lugar envía un sustituto. Este sustituto no es otro que Porcia disfrazada de hombre. Al partir su marido hacia Venecia, ella se había dirigido a Padua para ver a Belario. Allí logró perSuadirlo de que la dejara tomar su lugar en la Corte. Belario la informa de los principios jurídicos que habrá ¿le poner en juego para defender el caso. Obtenida la autorización, Porcia se lanza a la aventura; debe salvarle la vida al amigo de su marido. Ya en la Corte, asegura a Shylock que la ley. está de su lado pero que dadas las circunstancias del caso deberá ser clemente. Shylock pregunta porqué y ella entonces da una precisa y sutil definición de la clemencia demostrando cómo es correcto y humano, el ser clemente y caritativa. Shylock se muestra indiferente a las palabras de Por'c'ia e insiste en el pago de la deuda que ya se ha triplicado. En consecuencia, Porcia hace saber a Antonio, que Shylock deberá tener su libra de carne. Estas palabras fascinan al prestamista que se dirige a .224 ella llamándola “un Daniel, joven y sabio juez... Reverendísimo doctor”. Luego se aproxima, cuchillo en mano, para rebanar la libra de carne que le pertenece. En ese momento, Porcia. le ordena detenerse para examinar el pagaré. Si el judío derrama una sola gota de sangre cristiana, todos sus bienes serán confiscados por el Estado. Desesperado, Shylock trata de aceptar una oferta de la deuda triplicada pero Porcia no permitirá que esto suceda. Si él corta más o menos de una libra exacta de carne, perderá todos sus bienes. La mitad irá. al damnificado, la otra. mitad al Estado y su vida misma quedará a merced del Dux. Shylock está acorralado. Para mostrar la antítesis entre la actitud del prestamista y la de Porcia con respecto a la clemencia, el Dux perdona la vida a Shylock y por su parte, Antonio pide que le dejen al prestamista la posesión. de la mitad de sus propiedades. La otra mitad corresponderá a Jessica, pero Antonio quedará como apoderado de esos bienes hasta la muerte de Shylock, quien deberá convertirse al cristianismo y otorgar testamento a favor de su hija y de su yerno. A1 no tener escapatoria, Shylock acepta y se retira del tribunal pretextando una leve indisposición. Antonio y Bassanio ofrecen dinero a'PBrcia como pago por sus servicios. Por- supuesto ella rehúsa aceptar dinero de quien es su marido. Sin embargo para hacer el final más entretenido, Porcia y Nerissa, luego de insistir largamente, obtienen los anillos que habían regalado a sus esposos en ocasión de sus bodas y de los que ellos habían prometido no separarse. Cuando regresan a Belmont fingen celos y disgusto al ver que sus maridos no tienen los anillos pero se aclara la situación y termina la obra.

A continuación de esta síntesis del argumento pasamos a hacer e] análisis jurídico de la obra.

Venecia es el escenario de la ley, Belmont el del amor. Venecia es una comunidad con sólidos basamentos, interesada por sobre todo en preservar su estabilidad. Es un mundo cerrado, conservador, cuyo poder o decadencia dependen de la severidad en el cumplimiento de las leyes. Este valor de la ley se trasunta en las Palabras de Antonio.

El Dux no puede impedir que la ley siga su curso, a causa de las garantías comerciales que los extranjeros encuentran cerca de nosotros en Venecia; suspender la ley sería atentar contra la justicia del Estado, puesto que el comercio y la riqueza de la ciudad dependen de todas las naciones”. (Acto m, escena m).

La obra llega a su clímax en la escena ante el tribunal donde todo se vuelve fantástico: las leyes expuestas, el procedimiento seguido, la conducta de las partes. El estado de ánimo de los espectadores se ha ido preparando hábilmente para que éstos la reciban con sorpresa y deslumbramiento. El caso en disputa ha sido discutido minuciosamente por destacados juristas como importante contribución al derecho consuetudinario de las naciones. Se lo considera un auténtico documento de los archivos judiciales del Estado de Venecia y se ha convertido en un texto muy importante para la ciencia del derecho. El eje de la obra gira en torno al problema de la interpretación de. un contrato. Textualmente dice Shylock: “Venid conmigo a casa de un notario, me firmareis allí simplemente vuestro pagaré, y a manera de broma será estipulado que si no pagáis tal día, en tal lugar, la suma o las sumas convenidas, la penalidad consistirá en una libra exacta de vuestra hermosa carne, que podrá ser escogida y cortada de no importa qué parte de vuestro cuerpo, que me plazca”. (Acto I, escena III). 

Vemos aquí cómo Shakespeare precisa los términos del contrato, la declaración y el consentimiento de las partes, la constancia ante escribano, la firma, fecha y lugar del vencimiento del plazo y la penalidad derivada del incumplimiento del mismo. Se observa que es plausible que Antonio haya pedido una cantidad en préstamo para un amigo pero nunca debió comprometerse a garantizarla con una libra de su propia carne. O sea que los términos del contrato van en contra de lo que dispone el ordenamiento acerca de que nadie tiene derecho a atentar contra su propia vida, aún cuando lo haga con el loable propósito de ayudar a un amigo. Al firmar el contrato, Antonio debió haber previsto el hecho fortuito de la pérdida

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