viernes, 22 de febrero de 2019

Mi condición de padre adoptivo

Mi padre tiene una madre adoptiva extraordinaria que reconoce siempre. Reconocimiento que me transmitió con inusual inteligencia y templanza.
Mi padre tiene una madre biológica cobarde. Reconocimiento que me transmitió con indeformable convicción.
Mi padre tiene un padre biológico cobarde y enamorado de su esposo que recuerdo me lo hizo saber el abuelo ante mi padre. Saber que condicionó mi educación personal, social, cultural e intelectual.
Yo he tenido una madre y un padre biológicos y adoptivos que me lo hicieron saber a los seis años de edad. Les pregunté si lo podía participar a mi hermana. Sí, a tu hermana si. Así se lo hice saber, que los tres éramos hijos biológicos y adoptivos. Me lo recordó cuando nos despedíamos temporalmente en el hospital de Covadonga.
Yo tengo dos hijas biológicas y adoptivas con Francisca.


El día 25 de este mes de febrero haré acción de gracias por mi condición de padre adoptivo.

Es fácil ser padre biológico. Padre biológico responsable desde la concepción está determinado por la educación recibida de tus padres y de la sociedad de la que formas parte.

Ser padre adoptivo no es fácil ya que depende de la educación recibida y de aquella recibida de por la sociedad. Con frecuencia, ambas son contradictorias. Mis padres me educaron en vivir con las cartas boca arriba, mientras que la educción de la sociedad es de tahures con puñetas muy grandes.

Alejandra y Laura, sabéis cuales son mis señales de identidad biológica, no ambiguas. Sabéis mi identificación social, nada ambigua para vosotras que tenéis lectura interpretativa.

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