lunes, 18 de febrero de 2019

Bankia, el precio fue clave

ANÁLISIS 

Bankia, el precio fue clave

Luzón pregunta a Norniella por qué la entidad se estrenó en el parqué con un precio de 3,75 euros la acción

El exconsejero ejecutivo de Bankia José Manuel Fernández Norniella en el jucio ante la Audiencia Nacional por la salida a Bolsa de la entidad bancaria.
El exconsejero ejecutivo de Bankia José Manuel Fernández Norniella en el jucio ante la Audiencia Nacional por la salida a Bolsa de la entidad bancaria. EUROPA PRESS
Este lunes, día 18 de febrero, el fiscal Alejandro Luzón hurgó en la salida a Bolsadel 20 de julio de 2011, el precio de 3,75 por acción establecido por los bancos colocadores y preguntó al exvicepresidente José Manuel Fernández Norniella si nadie puso pegas porque, de optarse por otra salida, la de colocar un 20% entre inversores directamente, por ejemplo, ello hubiera supuesto a los consejerosperder el sillón en el consejo de administración de BFA y Bankia.
Fernández Norniella lo negó y señaló que como las acciones BFA, accionista de Bankia, no pensaba venderlas carecía de relevancia que el precio fuera de 3,75 euros la acción. Luzón volvió a la carga: ¿El Banco de España no les advirtió que descuentos superiores al 40% hacían inviable la operación? Norniella dijo no saberlo.
El Banco de España y Deloitte no hicieron del precio un asunto relevante.
Los 3,75 euros deben ser comparados con el valor de las acciones de Bankia que tenía registrado BFA en sus libros como resultado de todas las valoraciones resultantes de la segregación de activos de las siete cajas que dieron nacimiento al grupo. Y ese valor teórico contable (VTC) era de 15,28 euros. Por tanto, los 3,75 euros suponían una cotización a la baja - lo que se llama descuento en la jerga financiera - del 74% sobre el valor teórico contable.
A primeros de abril de 2011, el jefe de grupo de Bankia en el Banco de España, Pedro Comín, preguntó al inspector cabecera del grupo de once inspectores in situo empotrados en Bankia, José Antonio Casaus, un diagnóstico habida cuenta de que la comisión ejecutiva debía pronunciarse por esas fechas sobre la salida Bolsa y el plan de capitalización de Bankia. Casaus responde con varios correos electrónicos el 7, 8 y 12 de abril. Su conclusión después de explicar la dramática situación es la siguiente, la escribe en negrita: “La salida a Bolsa con un banco doble [BFA y Bankia] es el primer paso para nacionalizar las pérdidas, algo injusto y contrario a lo que nos pide la norma (velar por el uso eficiente de los recursos públicos)”
Tres días más tarde, el 11 de abril de 2011, Pedro Comín y el responsable de las cajas de ahorro, Pedro González, firman su Informe a la Comisión Ejecutiva. Grupo Bankia, en el que pese a apuntar que “no es posible de disponer de toda la información básica…” señalan que “las proyecciones facilitadas por la entidad garantizan la viabilidad de la matriz [BFA] y de filial coizadas [Bankia] y son consistentes con los datos del plan de negocio que viene analizando el grupo de seguimiento continuado de la entidad”.
¿Y que hacen Comín y González con las advertencias de Casaus y sus muchachos empotrados en la torre de Bankia? Las convierten en dos notas a pie de página. En una de ellas señalan que “un precio inferior y muy alejado del valor intrínseco de la sociedad [Bankia] anularía cualquier teórica ventaja de una salida a Bolsa”.
En la segunda nota a pie de página agregan: “La pérdida solo existirá en el caso de que se vendiera por debajo de su valor económico intrínseco. Dicho valor resulta difícil de precisar y debe estar basado en un adecuado descuento de flujos. Descuentos por encima del 40% del valor teórico contable del banco cotizado pueden cuestionar la propia solidez del proyecto”.
Y pese a ello, señalan: “Nuestra opinión es que la estrategia de capitalización presentada por Bankia es la adecuada a incrementa notablemente las posibilidades de éxito para captar capital en el mercado”.
El 14 de abril, la Comisión Ejecutiva del Banco de España aprueba la operación tal cual recomiendan Comín y González en su escrito. Esa noche, sin saberlo, Casaus hace un nuevo intento, a las 20:51 horas, es un SOS final: “Dije que no lo diría más ¿o sí? Pero lo digo: este grupo NO ES VIABLE [en mayúsculas en el original]…el FROB tendrá que hacerse cargo… con un coste para el contribuyente de en torno a los 15.000 millones de euros…”. Pero la Comisión Ejecutiva ya ha aprobado ese mismo 14 lo que le han sugerido Comín y González: adelante.
Por tanto, el Banco de España, que pudo hacerlo, no frenó al consejo de BFA y Bankia. Acertó: el precio de 3,75 euros (descuento del 74% sobre el VTC, anularía cualquier teórica ventaja de una salida a Bolsa y cuestionó la solidez del proyecto).
Al declarar como testigo, Casaus explicó el significado de dicho descuento: “Yo entiendo que el mercado entendió que la valoración [folleto salida a Bolsa] era optimista. Vamos, no me cabe otra interpretación dentro de la lógica”. Porque, como también señaló, el mercado se dio cuenta de que había agujeros: “A mi juicio analíticamente faltaban saneamientos”.
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