El individuo educable, la persona, el homo que se comunica por el fruto del árbol del lenguaje, siempre actúa de acuerdo con un plan que le permite saber de error, o desviación respecto al fin.
El individuo domesticable, el individuo, el homo que no se comunica con la palabra, nunca actúa de acuerdo con un fin, lo cual hace que no sepa si ha tenido error o, lo que ellos dicen, si hay error no es por ellos sino por “los otros”, las personas.
El individuo fue expulsado del Edén al robar el fruto de la razón, del conocimiento y, al no actúe de acuerdo con un plan, no plantó la semilla, por lo que sigue sumido en el error. Uno de sus hijos, sí que actuó de acuerdo con un plan, sembró la semilla del fruto, del lenguaje, construyendo la escritura que hizo no desmemoriados a sus descendientes, los hijos de la tierra que nunca abandonarán, los científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario