En los animales como noaotros existe una estructura netviosa en semiretículo que coordina espacialmente todas las células que nos consituyen.
Su actividad, su trabajo, consiste en mantener las relaciones espaciales entre células ("todo el mundo en su puesto", como diría el suboficial al mando). Esta posición en el "campo de batalla" es la ordenada por el "comandante en jefe" que, en este caso, recibe el nombre de "Hipófisis" y no "Estado Mayor", donde se ordena la disposición de los "recursos" en el campo de batalla, para ordenar el momento de ataque de cada recurso, su intensidad, frecuencia y tiempo de uso del mismo (hace poco que hablábamos de igual modo en la "estrategia" terapéutica).
Los recursos a utilizar y condiciones viene determinada por dos únicos factores: "recursos disponibles" y "oportunidad" de uso que, a su vez, depende de la información recabada por la "inteligencia militar", en términos anglosajones.
Estos aspectos de la estrategia militar (ofensiva/defensiva y no defensiva/ofensiva. Nunca se ha de actuar en defensiva sino en ofensiva) son los mismos, como no puede ser de otra manera, que los conocidos -ya no sabidos- de la Evolución del Universo, no del Mundo y, mucho menos, mundo biológico: las células de un "cuerpo de ejército" actúan cooperando y no compitiendo entre sí.
La batalla de Aljubarrota es un ejemplo claro. El cuerpo de ejército anglo/portugués actuó sobre las relaciones de sus unidades y no sobre las unidades. Todo lo inverso, que no opuesto, hizo el cuerpo del ejército franco/castellano que no lo hizo como el ejército en Francia. El ejército castellano, que actuaba como Jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Castilla y de Francia, tomó decisiones sobre las unidades y no sobre la relación entre ellas. Desgraciadamente el Alférez Real de Castilla, Don Gutierre, prefirió ser leal a Don Juan que fiel a sus convicciones militares. Solo hay que ver como, al tratar de cambiar su obediencia, obligando a Don Juan al abandono del Campo de San Jorge, a lomos de su propio caballo, se quedó solo con la estrategia de llamar la atención sobre su vida y desviarla sobre su rey. Al quedar sin montura quedó inmovilizado por el enemigo.
Bueno, todo este rollo para decir que el cáncer es el estado de un cuerpo de ejército que queda sin Estado Mayor, pasando de ser cooperativo a ser competitivo: "sálvese quien pueda" dice la Hipófisis, mientras se divide en dos, adeno y neuro.
Cuando se hace una transposición de células exocrinas, como parotídeas, a la adenohipófisis, aquellas se transforman en estas. Mucho más tarde responden a las exigencias de la neurohipófisis. Es decir, se consigue la transformación espacial en 7 días (perro) y en meses que respondan a la demanda temporal, o adenohipófisis.
Y, sino que se lo digan a mi amigo Miguel. Por este motivo los pacientes adenohipofisectomizados quedan, por tiempo no determinado, del control de su "medio interior", debiendo administrársele el "minurin".
Va por ti Miguel esta aportación.
El cáncer no tiene origen en las células sino en las relaciones de estas. ¿Como las relaciones se trocan en competitivas y dejan de ser colaborativas?. Este es el campo de batalla de la investigación de la enfermedad cáncer. El origen está en la estructura semireticular neurovegetativa que se manifiesta en la depresiónpsicosis y, por ejemplo, en la mastopatía fibroquística (de ahí las microcalcificaciones mamarias) y la celulitis, como en el cáncer de testículo.
Un abrazo.
Tengo que irme a trabajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario