Es probable que se necesite consultar, no leer al dictado, este libro escrito por un físico y, por ello, racional.
El Archipiélago Gulag es uno de esos libros que hacen Historia por el sólo hecho de atreverse a narrarla.
Antes de su publicación, los simpatizantes del comunismo y los intelectuales marxistas en general podían
hasta cierto punto rechazar las críticas al sistema soviético calificándolas de "propaganda capitalista".
Después, hasta los más recalcitrantes tuvieron que terminar admitiendo que el régimen impuesto por la
Revolución Bolchevique se apoyó en el terror y en el horror. Y, aún así, — o quizás precisamente también
por eso — terminó colapsando y derrumbándose en 1989.
Esta obra de Solyenitzin trata sobre el sistema de campos de concentración y trabajos forzados diseminados
por toda Rusia. GULAG es el acrónimo en ruso por "Administración Central de Campos Correccionales de
Trabajo" El título original del libro en ruso es: "Arkhipelag GULag" con dos palabras que riman no por
casualidad.
Yo no tuve que ver con simpatía alguna por el Sistema Político Soviético, que poco tiene que ver con la concepción del Manifiesto Comunista. Soy socialista por mi educación y formación científica. La asistencia médica y salubrista solo tiene sentido en una concepción social y no poblacional de las agrupaciones de macrobios humanos y, en particular, de los bípedos que se desplazan por el impulso regulatorio del braceo a nivel dorso/lumbar, el ojeo a nivel de las cuencas oculares romboideas y la audición a nivel de los peñascos romboideos.
La primera lectura la hizo mi padre y me regaló el libro. Él ha sido castigado por los Campos Correccionales de Trabajo de la España desleal al pueblo y fascista coronada por Franco, no de Franco, ya que esa España era una pirámide de base ámplia, cuyas raíces hoy no tiene pero sí los micelos de su corrupta existencia.
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