miércoles, 15 de agosto de 2018

El individuo y la persona

(Tomado en .pdf y referido como perteneciente a la Fundación Gustavo Bueno)

El individuo y la persona


Lectura tercera Individuo y persona I. La idea de persona en contextos mundanos de nuestra cultura como punto de partida para el planteamiento filosófico de la cuestión de la persona humana. 

1. Personas, animales y cosas. Persona, en nuestra cultura, se opone a cosa, por un lado, y a animal por otro, aunque de distinto modo. Las personas y las cosas son tipos de ser completamente heterogéneos. Se distingue, en los presupuestos económicos empresariales, entre las partidas destinadas a personal y las destinadas a material, y nuestra sensibilidad de hoy no admite, por lo menos en teoría, que se hable del trabajo personal como una mercancía o, incluso, nos suena mal hablar de mercado de trabajo, por más que éste exista en un plano enteramente análogo al del mercado de cosas o de objetos (sin embargo, en otros modos de producción, los esclavos o los siervos eran computados como animales y, de hecho, en la teoría clásica del capitalismo, los obreros figuran como «capital variable»). Sin embargo, al menos jurídica y moralmente, las personas son distinguidas de los animales y de las cosas. La distinción entre las personas y los animales se ha asimilado en nuestra cultura a la distinción entre las personas y las cosas, a consecuencia de una tradición cristiana, particularmente la de filiación católica: para Gómez Pereira o para Descartes los animales ni siquiera eran seres animados, sino máquinas. Sin embargo, en los países de influencia protestante, los animales han sido tratados de otro modo, a veces casi como si fueran personas. En nuestros días, no sólo existen sociedades protectoras de animales sino que también se habla de los «derechos de los animales» y se organizan «frentes de liberación animal».  

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