(Tomado en .pdf y referido como perteneciente a la Fundación Gustavo Bueno)
El individuo y la persona
El individuo y la persona
Lectura tercera
Individuo y persona
I. La idea de persona en contextos mundanos de nuestra cultura
como punto de partida para el planteamiento filosófico de la
cuestión de la persona humana.
1. Personas, animales y cosas.
Persona, en nuestra cultura, se opone a cosa, por un lado, y a animal por
otro, aunque de distinto modo. Las personas y las cosas son tipos de ser completamente
heterogéneos. Se distingue, en los presupuestos económicos empresariales,
entre las partidas destinadas a personal y las destinadas a material, y
nuestra sensibilidad de hoy no admite, por lo menos en teoría, que se hable del
trabajo personal como una mercancía o, incluso, nos suena mal hablar de mercado
de trabajo, por más que éste exista en un plano enteramente análogo al del
mercado de cosas o de objetos (sin embargo, en otros modos de producción, los
esclavos o los siervos eran computados como animales y, de hecho, en la teoría
clásica del capitalismo, los obreros figuran como «capital variable»). Sin embargo,
al menos jurídica y moralmente, las personas son distinguidas de los animales
y de las cosas.
La distinción entre las personas y los animales se ha asimilado en nuestra
cultura a la distinción entre las personas y las cosas, a consecuencia de una tradición
cristiana, particularmente la de filiación católica: para Gómez Pereira o para
Descartes los animales ni siquiera eran seres animados, sino máquinas. Sin embargo,
en los países de influencia protestante, los animales han sido tratados de
otro modo, a veces casi como si fueran personas. En nuestros días, no sólo existen
sociedades protectoras de animales sino que también se habla de los «derechos
de los animales» y se organizan «frentes de liberación animal».
No hay comentarios:
Publicar un comentario