sábado, 27 de julio de 2019

Morir desde el morir a nacer, un proyecto de muerte para nuestros hojos

Se habla de proyecto de vida y no de proyecto de muerte. Estrecha es nuestra conciencia.


Lo que nos depara mañana no lo sabemos.

Lo que nos depara hoy lo sabemos.

No pensemos en el maligno ayer que con vergüenza nos habla.

Seamos hoy. No somos mañana ni hemos sido ayer.

La muerte no está dotada de la palabra.

Te aparece y te desaparece en silencio.

A los 14 años tomé un camino que me llevó en 1967, con 21 años, a ceder mis derechos sobre los esfuerzos realizados, con el compromiso de no utilizarlo para matar. Ese mismo año se tomaron por la fuerza los Altos del Golán, no habiendo marcha atrás sino adelante cometiéndose el genocidio de la sociedad de Palestina.
Ha sido en vano.

Martín Malín, hijo, procura ahora que sirva para liberar los pueblos de Oaxaca, Chiapas y del suroriente. Tus hermanos, si los necesitas, los tienes. Yo ya no estoy. Desandar un camino que no existe no tiene interés alguno, la vida se vive y la muerte se muere.

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