domingo, 14 de abril de 2019

¿Quieres ser mi morgen Maria Isabel?

¿Quieres ser mi morgen?
Hoy siento tu lengua en la mía
Anhelo el día
Que pueda tomar de tu lengua
Las palabras
con las que sembrar
mi amada tierra
y verlas crecer
en mi caminar
eternamente
por ella
viendo la escarcha 
cubrirlas
para el sol
cubrirlas
con su manto
y desarobarles
cubriendo
de verde
mis amadas tierras
ya de ocre
tuyas
Ocre,verde y azul
tu cuello
recordará
que un día
prometiste
ser mi morgen
quiero en mi lengua
sentir tus palabras
decir


La Natualeza dota de lengua al hombre.
De la lengua, como árbol, brotan las palabras.
Dotado de lengua, el hombre abandona la verdad absoluta, la mano  que cambia por la duda resolviendo con ella.
El hombre abandona su relación con dios, monolito negro,  y confía su destino a los suyos, discusión y acuerdo.
Así crece la lengua como árbol con abundantes palabras que como  frutos cuelgan tras anunciar su llegada con el color de sus flores.
El dios, siempre vengativo, prohíbe al hombre comer los frutos del árbol que florece en el Edén.
El hombre, siempre curioso, tomó fruto del árbol prohibido, siendo expulsado del Edén. Fuera se transforma en persona, en familia, en pueblo, en sociedad y, llegado a esta, en superhombre, amo de sus decisiones.
Así escribe F. Nietzsche en “Así habló Zaratustra” 
Así narra S. Kubrick en  “2001, odisea en el espacio” (edén)

Si no habéis leído y visto, os recomiendo. Entenderemos el pecado en origen con el que nace el hombre y que al año comienza a purgar.



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