viernes, 16 de noviembre de 2018

La CIA concluye que el príncipe saudí ordenó la muerte del periodista Khashoggi,


La Sociedad Internacional ha de juzgar el delito concebido en un Estado ajeno al Estado donde es gestado El concepto de "defensa" en un Universo no mundializado,  regionalizado, globalizado, o  comunicado, la talanquera, el muro defensivo, o el apostar cañones con una trayectoria que defina una "tierra de nadie", o "tierra de nadie", ya no tiene sentido El apostar cañones en  "el Moro" no tiene el sentido que le mereció al general Ordóñez.


La Defensa es un concepto superado en una Supersociedad, en un Superhombre que ha racionalizado la "adaptación" como comportamiento evolutivo.  

El concepto evolutivo es la onda de penetración en el estanque evolutivo y perpendicular al plano que identifica el nicho ecológico del Sistema solar y la silla de montar de la yegua Vía Láctea a cuya grupa cabalga el Superhombre raptado.

El delito es creatura nacida de la ley idealizada por el superhombre como recurso de convivencia entre los objetos del Universo concebido, gestado, nacido y, en este momento de su vida, educado, domesticado, aún distante de la envoltura regresiva al origen para reiniciar esta progresiva conformando la estructura toroidal, racional, supera la estructura tubular, irracional, o teológica. Mas de 40.000 años lleva el superhombre montado en la historia tras haberlo hecho a la grupa del mito.

 

La propuesta de un ejército en la Unión Europea, de una muralla de Adriano en la isla del noroeste de Europa, en el  suroeste de América del Norte, donde hace 20.000 años la cultura cloviderrivaba muros, donde el fuego asola la apropiación de una tierra comûn, allí, donde Hendrix azotó la guitarra cuando consiguió externalizarle calor y enfriarle su núcleo, suceso propio del centro de las galaxias y el núcleo del átomo concebido. Allí, Marita, de la mano de Augusto, nuclearizaron un punto crítico de bifurcación en sus existencias aparentes. condensando su núcleo, como una estrella nova. 

La CIA concluye que el príncipe saudí ordenó la muerte del periodista Khashoggi, según varios medios locales

Los servicios de inteligencia afirman que 15 agentes procedentes de Riad volaron a Estambul en un avión del Gobierno y mataron al reportero



El Príncipe Mohammed bin Salman, el pasado marzo, en Nueva York.
El Príncipe Mohammed bin Salman, el pasado marzo, en Nueva York.  REUTERS

La CIA ha concluido que el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán (MBS) ordenó el asesinato del periodista crítico con el régimen Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul, según avanzó esta noche The Washington Post y publicaron después varios medios estadounidenses citando fuentes de la Administración o conocedoras del proceso. El resultado de la investigación deja en una situación muy difícil a Salmán, a quien Riad ha tratado de desvincular completamente del crimen pese a las crecientes insinuaciones turcas en sentido contrario.
Khashoggi, que vivía en EE UU y era colaborador habitual del Post, acudió a la legación diplomática de Estambul para llevar a cabo unos trámites relacionados con su futuro matrimonio con una mujer turca y ya no salió. A partir de ahí, Riad ha cambiado varias veces de versión. Primero aseguró que el periodista había dejado el consulado por su propio pie, pero, después de tres semanas de presión por el goteo de informaciones desde Turquía, acabó admitiendo la muerte. En un momento inicial, las autoridades saudíes afirmaron que Khashoggi murió en una pelea en las instalaciones, aunque luego culparon a unos agentes que, supuestamente, habrían actuado por libre y sin planificación. Hay 11 acusados y cinco de ellos se enfrentan a la pena de muerte.


La dureza y la rapidez de la justicia saudí contra estos individuos de los que no se conoce el nombre, sin embargo, no han servido para aplacar las dudas internacionales. Y, de confirmarse, las conclusiones de la CIA revientan cualquier intento de cobertura al príncipe. Según el Post, 15 agentes saudíes volaron a Estambul en un avión del Gobierno y mataron al periodista. Entre otros elementos, han analizado una llamada que Khalid bin Salman, hermano del heredero, hizo a Khashogghi diciéndole que debía ir a la ciudad para llevar a cabo sus gestiones y garantizándole su seguridad. La llamada, interceptada por los servicios de inteligencia, no evidencia que Khalid supiera del plan criminal, pero los investigadores sí apuntan a que fue llevada a cabo por orden del príncipe.
La inteligencia estadounidense también tiene en cuenta que el príncipe supervisa todos los asuntos del Reino. "La posición aceptada es que no hay forma de que esto ocurriese sin él ser consciente de ello o estar involucrado", señala una fuente de la Administración citada por el rotativo de Washington. En una línea similar, otra fuente conocedora de la materia señaló a The Wall Street Journalque la conclusión de la CIA sobre el papel del heredero no se basa en un tipo de prueba directa y definitiva -lo que suele llamarse una "pistola humeante" en la jerga de las investigaciones-, sino en indicios y el conocimiento de cómo funciona la monarquía absolutista.
La implicación que los servicios de inteligencia atribuyen a Salman pone muy difícil a la Administración de Donald Trump el mantenimiento de la buena relación con Riad, un bien preciado por los jugosos acuerdos de ventas de armas firmados hace más de un año. Esta semana, el Departamento del Tesoro sancionó a 17 funcionarios saudíes a los que acusa de estar implicados en el crimen.
Khashoggi fue despedido este viernes en una mezquita de Estambul en un funeral sin cadáver. La policía turca sospecha que el cuerpo del periodista pudo haber sido disuelto en ácido, mientras que la fiscalía saudí afirma que fue descuartizado y luego fue entregado a un ciudadano turco para que lo hiciera desaparecer.
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