Doña Laura Luelmo, le pido perdón por mi pereza.

Niño intervenido quirúrgicamente de un traumatismo craneoencefálico. No consiguen salvar su vida.

Despídenle mostrándole sus respetos y pidiéndole perdón por no haber conseguir salvar su vida, era su propósito y no lo han conseguido.

Así sucede con el equipo docente que no ha conseguido educarle y concederle el aprobado.

Así sucede con los funcionarios de prisiones cuando no consiguen rehabilitar al condenado y despiden a la víctima de su condenado, doña Laura,tras haberle concedido su libertad sin haberle aprobado su capacidad de participación social sin posibilidad de reincidir en el delito que le mantuvo en prisión durante 17 años.

Estoy triste por no ver al Poder Judicial, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo, el Estado del Reino de España, pedir perdón a doña Laura Luelmo, por haber fracasado en su deber jurado de preservar su vida y hacerlo con calidad, o bienestar.

 Estoy triste por leer hoy mismo, cuando doña Laura Luelmo aún ha recibido sepultura, que al policía asesino se le felicita por sus asesinatos.

Estoy triste por observar como cuando el asesinado es un funcionario del Estado del Reino de España, el Jefe del Estado acude ante el asesinado y lo despide con los símbolos del Estado y consolando a su familia y queridos.

Estoy triste por escuchar y mirar como miembros del Poder Legislativo mitina en su favor el asesinato de doña Laura Luelmo.

Doña Laura Luelmo, le pido perdón como nacional español como usted, por mi pereza en vigilar los recursos del Estado que no le ofrecieron la protección debida y comprometida. Sepa que me averguenzo de no haber cumplido con mi deber de haberle protegido su vida. Sí que comprometo hacerlo con su MEMORIA.

Ayer le hablé de mi pereza en no haber conseguido hacerlo con mis 

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