En Cataluña, en la Comunidad Autónoma del Estado del Reino de España, de Cataluña, las agrupaciones políticas, manifiestan su discapacidad ecónoma de administración política. Ciudadanos, ganador de las elecciones, renunció a formar gobierno, la agrupación política alternativa, ahora, y tras estar no operativo el Parlament desde que se creó, no lo disuelve sino que comunica:
La Generalitat abandona el FLA pero pedirá 6.713 millones al Estado
El Gobierno catalán se librará del control férreo ejercido por el Ministerio de Hacienda sobre sus cuentas
Barcelona
Aunque los Presupuestos para el próximo año todavía no están aprobados y el Gobierno de Junts per Catalunya y ERC depende de un pacto con Catalunya en Comú, el Departamento de Economía y Hacienda prevé que este año requerirá 6.713 millones de euros, según el último documento elaborado para inversores extranjeros que consta en la web de la consejería que dirige Pere Aragonès. Esos recursos procederán del Fondo de Facilidad Financiera (FFF), ya que la Generalitat abandonará el próximo año el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
La Generalitat dejará en enero el FLA para pasar a financiarse a través del FFF, otro mecanismo de liquidez habilitado por el Estado. Se trata de un “paso previo para volver a los mercados”, según el vicepresidente Aragonès. “Es un paso importante que nos enseña el camino que aún queda por recorrer”, ha señalado el consejero de Economía en su cuenta de Twitter.
La Generalitat ha pedido prestados al FLA este 2018 más de 9.000 millones de euros y su intención para 2019 era pedir entre 8.000 y 8.500 millones. El Govern, sin embargo, ha decidido renunciar a este mecanismo de liquidez y recurrir a otro similar, aunque algo más flexible, como es el Fondo de Facilidad Financiera, al que se pueden acoger las comunidades que cumplen con una serie de requisitos.
El Ministerio de Hacienda ha decidido cambiar la forma de control de la Generalitat tras comprobar que en 2017 cumplió con el objetivo de déficit, el de gasto y con el periodo máximo de pago a proveedores, si bien este último se truncó a partir de abril de 2018 al modificarse los criterios de contabilización. Pasar del FLA al FFF entraña ventajas sustantivas para el Govern, que se librará del control férreo que en los últimos años ha venido realizando el Ministerio de Hacienda sobre sus cuentas y de la obligación de redactar cada ejercicio un plan de ajuste.
Desde su creación en plena crisis, en 2012, la Generalitat ha obtenido 57.923 millones de euros de los mecanismos de liquidez creados por el Estado para financiar las comunidades autónomas. El objetivo del Ejecutivo catalán ha sido evitar esas ayudas y ha asegurado que su intención es regresar a los mercados financieros para obtener recursos, pero la realidad es que a finales de este año el 80% de su deuda procedía de fondos estatales. Fuentes del Departamento de Economía aseguran que ese regreso a los mercados queda ahora en manos de las agencias de calificación, que lo permitirán si mejoran los ratings de la deuda autonómica, considerada todavía hoy como bonos basura.
Fuentes del departamento de Economía han explicado a Efe que la Generalitat pedirá al FFF la misma cantidad que tenía previsto solicitar al FLA, es decir, algo más de 8.000 millones de euros, y que por este importe pagará el mismo interés.
La administración catalana podrá adherirse al FFF tras contar con el visto bueno del Ministerio de Hacienda, ya que ha cumplido con las exigencias para acogerse a este mecanismo, y ello le permitirá seguir financiándose a través del Estado, pero con un menor control sobre sus finanzas.
La voluntad del Govern es recurrir al FFF como paso previo para que Cataluña pueda volver a financiarse en los mercados. En una entrevista con Efe, el secretario general del departamento de Vicepresidencia y de Economía del Govern, Albert Castellanos, ya avanzó que la Generalitat barajaba volver a emitir deuda en los mercados financieros a partir de 2020, aunque supeditó este objetivo a que se dieran una serie de condiciones, como cuadrar el objetivo de déficit, cumplir con la regla del gasto y “ser capaces de reestructurar la deuda de la Generalitat, que supone el 300% de sus ingresos ordinarios”.
“Depender menos del FLA y poder salir a los mercados [financieros] no es una necesidad tan financiera como política, porque la Generalitat tendría un grado de soberanía económica superior”, remarcó Castellanos, que recordó que tres cuartos de la deuda acumulada por la Generalitat están actualmente en manos del FLA.
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