El pecado capital “soberbia” es el pecado capital de la fisiología. Es sabido en esta disciplina como “congestión” venosa, o compromiso del drenaje venoso/líquido intracelular, o asfixia.
El reconocer le “medio interno” por Claude Bernard, ha sido el origen de la fisiología y fisiopatología.
A partir de ese momento el saber médico adquirió carácter científico. A partir de ese momento, el diagnóstico se define de relación causal, o fisiopatológico. Desde ese momento el diagnóstico deja de ser descriptivo.
El siglo XIX lo llenan los fisiólogos teóricos y experimentales.
El tratamiento de toda patología se basa en la reducción de masas que asfixian al tejido que corresponde.
La deformación de las estructuras de drenaje venoso/Licuoral produce una reducción del calibre de las estructuras, lo cual hace aumentar la velocidad del fluido (ley de continuidad), hecho que conlleva un aumento del calibre y reducción de la velocidad “aguas atrás” a nivel del tejido a drenar.
Anuncia en 1971 y Marina en 1973, son diagnosticadas de meningioma del tercio externo del ala menor del esfenoides.
Se le hace exéresis de la masa tumoral sin tener en cuenta que no se puede tocar el drenaje venoso. En la post-cirugía se produce un edema venoso y muerte. Es decir, las pacientes mueren de “soberbia” que los cirujanos no sabían de su fisiopatología y las medidas tomadas fueron aumentando la soberbia.
Las dos mujeres, madre de mi esposa y mi madre, fueron operadas en Ciudad Sanitaria Carlos Haya y Virgen de Covadonga.
Mi observación hizo que me dedicara a la neurocirugía, pretendiendo que fuera un año y ha sido mi vida.
Comencé controlando el drenaje venoso antes de hacer cirugía (hidratación, nutrición y descanso, o reducción de la presión intra-torácica)
Cuando tomé contacto con la soberbia lo hice cuando estudiaba reología, siendo el saber regular la carga y, en particular, el saber regular el caudal utilizando la válvula de palas, por un problema que me planteó el padre de María; era junio de 1968 en Jalisco y él tenía un problema de drenaje en una construcción que tenía en Puerto Vallarta.
Nota.- Si necesitáis emoción, leeros la biografía de Claude Bernard. Luego os sentiréis el hacerlo de otros. He hecho referencias en este medio.
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