En Bélgica, la renuncia de Charles Michel abre un período de gran incertidumbre.
El primer ministro liberal, al frente de una coalición minoritaria, intentó sin éxito buscar la cooperación temporal de la oposición.
Sus intentos de mantener a flote un gobierno minoritario hasta que se agotaron las elecciones legislativas programadas para el 26 de mayo: el Primer Ministro belga, Charles Michel, fue al Palacio de Laeken la tarde del martes 18 de noviembre para presentar su renuncia. coalición con el rey Felipe. Un poco más tarde, el palacio transmitió, en Twitter, un mensaje que indicaba que el jefe de estado mantuvo su decisión pendiente. Una forma de reducir la presión política, en su máximo después de una tarde de debate acalorado en la Cámara de Diputados.
El supuesto que parecía más probable era que después de una ronda de consultas y unos días, o incluso horas, el rey terminaría aceptando la renuncia, lo que abriría un período de "asuntos de actualidad", hasta que Elecciones federales, regionales y europeas en mayo.
Lidiar con emergencias
La historia del reino ha sido salpicada de episodios de este tipo, el más largo que duró 541 días entre 2010 y 2011. Un gobierno comercial actual ya no puede ejercer la plenitud de sus poderes pero evita un vacío institucional. El equipo que renuncia "por lo tanto está obligado a tomar todas las medidas necesarias para garantizar la continuidad del funcionamiento de las instituciones" , explica el constitucionalismo Marc Uyttendaele. En un concepto impreciso, el negocio del día a día le permite administrar la vida diaria, sin un compromiso a largo plazo, y enfrentar situaciones de emergencia.
El Sr. Michel inicialmente esperaba escapar del debate parlamentario del martes, argumentando que el equipo ministerial de "versión 2" que había conducido durante diez días era una mera réplica del anterior. Aunque ahora era una minoría, privada de su componente principal, la Alianza nacionalista Alianza neo-flamenca (N-VA), el primer partido de Flandes y el reino. Sus ministros dejaron el 9 de diciembre, la coalición de cuatro vías que formaron con el Movimiento de Reformistas (MR, Liberal francoparlante) del Sr. Michel, así como los Demócratas Cristianos Flamencos (CD & V) y los Liberales Flamencos (Abierto VLD). La N-VA había exigido, en vano, que el Sr. Michel rechazara la adopción por parte de Bélgica del Pacto de Migración de la ONU, firmado el lunes 10 de diciembre en Marrakech.
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"Chantaje"
Sin realmente creerlo, el primer ministro, sin embargo, contó con la lealtad de sus antiguos aliados, para votar en particular el proyecto de presupuesto 2019, que el N-VA ya había aprobado en la comisión. El partido no tenía intención de hacerlo a menos que el Sr. Michel renunciara al pacto de la ONU y aceptara el principio de una nueva revisión de la estructura institucional del país, con la hipótesis del establecimiento de un sistema confederal. Con el paso de los días, los nacionalistas flamencos también insistieron en las elecciones anticipadas. Consideraron claramente que una campaña centrada principalmente en temas de inmigración e identidad los beneficiaría y evitaría la progresión de sus rivales directos, los extremistas de derecha de Vlaams Belang.
El Sr. Michel respondió refiriéndose a solicitudes de "chantaje" e "inaceptables"De su antiguo aliado, rompiendo así definitivamente el vínculo con el partido de Bart De Wever. No dispuestos a correr el riesgo de la impopularidad, la mayoría de los otros partidos no querían aparecer como aquellos que habrían causado elecciones anticipadas. Sin embargo, se negaron a respaldar la extensión de un experimento gubernamental contra el cual habían estado raspando durante cuatro años y medio. Ecologistas francófonos, socialistas y demócratas cristianos, por lo tanto, elaboraron una lista de archivos en los que exigían un compromiso específico de Michel. La demanda - sobre el clima, el poder de compra, los recortes de IVA, las pensiones - en su mayoría sin éxito, ya que estaban en contra de la política actual de la coalición gobernante.
Convocatoria de colaboracion
Sin embargo, Michel intentó el martes por la tarde cavar una tercera vía entre la renuncia y el gobierno minoritario: con sus dos aliados era más de un tercio de los 150 escaños en la Cámara. Habló "con honestidad y convicción" , dijo, a la oposición para solicitar la colaboración "en interés de nuestro país y de los ciudadanos".
Después de un descanso, se dio cuenta rápidamente de que sus peticiones eran inútiles. "Yo respeto y tomo nota. Decido presentar mi renuncia y voy al Rey ", dijo, aplaudido por sus ministros y parlamentarios de la mayoría. "Nuestro país está sumido en la inestabilidad porque algunos les han dado la espalda", dijo David Clarinval, jefe del grupo MR. " Fue especialmente necesario que sedetuviera una política dañina", respondió Ahmed Laaouej (PS), mientras que Olivier Maingain, presidente de los centristas del partido Défi, evocó la "gran responsabilidad" de quien llevó al poder al N-VA.
Abandono de una serie de proyectos.
La caída de la coalición significa, en cualquier caso, el abandono de una serie de proyectos, incluyendo el aumento de ciertos beneficios sociales, el reclutamiento de la policía, las inversiones en el campo de la energía, etc. Si los sindicatos poderosos pueden regocijarse en la estantería de un proyecto de reducción progresiva acelerada de las prestaciones por desempleo, se arrepentirán sin embargo, la congelación de las negociaciones sobre el "colchón de salarios" (au crecimiento de los salarios más allá de la indexación automática de estos).
La noche del martes, la mayoría de los comentaristas franceses y flamencos estuvieron de acuerdo en un punto: la crisis que se inicia podría ser muy larga y probablemente no se detenga en la noche de las elecciones, el 26 de mayo. La muy divergente evolución política de Flandes y Valonia, con una probable confirmación de la preponderancia de la N-VA en el norte del reino y el giro a la izquierda del sur, donde los ecologistas y radicales del Partido Laborista se anuncian como el Los ganadores de una encuesta, deberían complicar un poco más la formación de una mayoría federal. Y para dar razón, quizás, a los nacionalistas flamencos que juzgan que con "dos democracias" en esta medida diferente, será necesario acordar, algún día, que este reino no tiene futuro.
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