El falso
mito de la violencia de los neandertales
Ninguno de sus modelos reveló
diferencias significativas en la prevalencia de las lesiones entre los dos
grupos. «Nuestros hallazgos refutan la hipótesis de que los neandertales eran
más propensos a las lesiones en la cabeza que los humanos modernos, en contra
de la percepción común», explica la profesora Katerina Harvati, responsable del
estudio. «Por lo tanto, creemos que los comportamientos neandertales comúnmente
citados que conducen a altos niveles de lesiones, como la violencia y las capacidades de caza inferiores,
deben ser reconsiderados», subraya.
Más
lesiones entre los varones
Los investigadores también descubrieron
que, tanto en los neandertales como en los sapiens, los varones sufrían
lesiones con más frecuencia que las mujeres. El hallazgo, explican en la
revista «Nature» , es consistente con las
observaciones en grupos humanos más recientes, explicado por la división del
trabajo o por otras conductas y actividades específicas de cada sexo
determinadas culturalmente.
Pero los investigadores también
encontraron diferencias interesantes entre las dos especies: Mientras entre los
sapiens la prevalencia de lesiones craneales es consistente en todos los grupos
de edad, entre los jóvenes neandertales es notablemente
más alta. Esto podría significar que los neandertales tenían
más probabilidades de lesionarse a una edad más joven que los humanos modernos
del Paleolítico superior. Alternativamente, podría estar relacionado con
diferencias en la supervivencia a largo plazo después de una lesión no letal.
Curiosamente, los neandertales con una lesión en el cráneo tenían más
probabilidades de morir antes de los 30 años que los sapiens. Esta intrigante
cuestión quizás podría ayudar a explicar por qué esta especie desapareció hace
40.000 años mientras nosotros prosperamos.
Aunque este patrón relacionado con la
edad es un hallazgo novedoso, «en general, nuestros resultados sugieren que los
estilos de vida neandertales no eran más peligrosos que los de nuestros
antepasados, los primeros europeos modernos», subraya Havarti. Y una vez más
viene a redundar en la idea de que tampoco eran
los seres toscos y bestiales que se creía.
Como explica en un artículo que
acompaña al estudio en «Nature» Marta Mirazón Lahr, del departamento de
Arqueología de la Universidad de Cambridge en Gran Bretaña, desvelar el
misterio de estas fracturas y laceraciones en los neandertales continuará siendo un reto durante muchos
años, pero su resolución permitirá responder a una gran variedad de cuestiones,
desde si fueron provocadas por accidentes de caza, conflictos interpersonales o
entre grupos o en qué medida los que sobrevivían eran cuidados por
los más cercanos. Todo esto nos ayudará a entender quiénes eran
estos humanos, cómo vivían y por qué se
fueron para siempre .
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