jueves, 15 de noviembre de 2018

El falso mito de la violencia de los neandertales

El falso mito de la violencia de los neandertales

Ninguno de sus modelos reveló diferencias significativas en la prevalencia de las lesiones entre los dos grupos. «Nuestros hallazgos refutan la hipótesis de que los neandertales eran más propensos a las lesiones en la cabeza que los humanos modernos, en contra de la percepción común», explica la profesora Katerina Harvati, responsable del estudio. «Por lo tanto, creemos que los comportamientos neandertales comúnmente citados que conducen a altos niveles de lesiones, como la violencia y las capacidades de caza inferiores, deben ser reconsiderados», subraya.

Más lesiones entre los varones

Los investigadores también descubrieron que, tanto en los neandertales como en los sapiens, los varones sufrían lesiones con más frecuencia que las mujeres. El hallazgo, explican en la revista «Nature» , es consistente con las observaciones en grupos humanos más recientes, explicado por la división del trabajo o por otras conductas y actividades específicas de cada sexo determinadas culturalmente.
Pero los investigadores también encontraron diferencias interesantes entre las dos especies: Mientras entre los sapiens la prevalencia de lesiones craneales es consistente en todos los grupos de edad, entre los jóvenes neandertales es notablemente más alta. Esto podría significar que los neandertales tenían más probabilidades de lesionarse a una edad más joven que los humanos modernos del Paleolítico superior. Alternativamente, podría estar relacionado con diferencias en la supervivencia a largo plazo después de una lesión no letal. Curiosamente, los neandertales con una lesión en el cráneo tenían más probabilidades de morir antes de los 30 años que los sapiens. Esta intrigante cuestión quizás podría ayudar a explicar por qué esta especie desapareció hace 40.000 años mientras nosotros prosperamos.
Aunque este patrón relacionado con la edad es un hallazgo novedoso, «en general, nuestros resultados sugieren que los estilos de vida neandertales no eran más peligrosos que los de nuestros antepasados, los primeros europeos modernos», subraya Havarti. Y una vez más viene a redundar en la idea de que tampoco eran los seres toscos y bestiales que se creía.


Como explica en un artículo que acompaña al estudio en «Nature» Marta Mirazón Lahr, del departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge en Gran Bretaña, desvelar el misterio de estas fracturas y laceraciones en los neandertales continuará siendo un reto durante muchos años, pero su resolución permitirá responder a una gran variedad de cuestiones, desde si fueron provocadas por accidentes de caza, conflictos interpersonales o entre grupos o en qué medida los que sobrevivían eran cuidados por los más cercanos. Todo esto nos ayudará a entender quiénes eran estos humanos, cómo vivían y por qué se fueron para siempre .

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