Me refieren que la lectura de un texto en soporte digital les resulta penosa. Les preguntó por el motivo y todos me responden que es debido a que les gusta coger el papel. A mi lo que me gusta es aprehender el contenido depositado por el autor.
Desde que hay soporte electrónico, leo y releo más y con mayor placer. Miro imágenes que me extasían. Hoy me tendría que aguantar si no tuviera acceso al soporte electrónico.
Con nueve años mi familia me regaló la Enciclopedia Espasa. Era un regalo magnífico que me trajo el problema de no poder acceder a ella en todo momento ya que por su volumen (59 tomos, creo). Propuse a la dirección del Instituto Alfonso II el Casto, de Oviedo, el depositarla en su malnutrida biblioteca, para libre consulta, y no solo mía, y en todo el día. Doña Carmen Duarte no estimó positiva mi propuesta. Ante esta negativa, yendo en coche con el abuelo le propuse que comprara un coche con maletero mayor. Me preguntó el motivo. Para dejar el coche aparcado en el Instituto con la Enciclopedia, para así poder acceder a consultarla. Bueno, compramos un camión y traemos la biblioteca. Se paró, se bajó y me pidió que bajara. Me dio un beso y proseguimos el viaje.
Me hubiera gustado que viviera estos tiempos del mundo electrónico pues hubiera disfrutado mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario