Los secretos del crómlech toledano
En unos meses comenzarán las excavaciones para datar la estructura megalítica descubierta en el municipio de Totanés. Un proyecto del equipo de arqueólogos Cota 667, en el que colaborarán varias universidades
ToledoActualizado:
Los trabajos para datar lo que parece ser el único crómlech de la meseta, el más grande de España y el segundo de la Península Ibérica, comenzarán en unos meses en la finca «La Dehesilla», en el municipio toledano de Totanés, donde fue localizado por el equipo de arqueólogos de Cota 667. Expertos e investigadores de tres universidades y del Consejo de Investigaciones Científicas, colaborarán con el estudio de arqueología y gestión de patrimonio cultural Cota 667, y entre todos podrán confirmar si la estructura megalítica compuesta por 50 piedras con una disposición en óvalo, casi circular, fue construida entre el 3.500 y el 2.500 antes de Cristo.
Una vez documentado el conjunto es preciso excavar «con cautela»y dividir el crómlech en cuatro cuadrículas. «Toda la tierra tiene que ser cribada y flotada para extraer pólenes, semillas y microfauna, lo que permite reconstruir el paisaje en aquel momento», explica Ángela Crespo Fraguas, integrante de Cota 667 junto a Miguel Ángel Díaz Moreno, Sergio Isabel Ludeña, María Quejigo García y Eduardo Corrochano Labrador.
Con esos estudios palinológicos y carpológicos se aproximarán a la fecha, pero si además aparecieran restos materiales como cerámicas (que actúan como fósiles directores), la datación sería más precisa. Y de esta manera, apoyándose en la física, la botánica, la química, la astronomía y otras disciplinas científicas, arrancarán todos los secretos a esta estructura megalítica.
El Consejo de Investigaciones Científicas estudiará los tipos de granito, la Universidad de Alcalá se encargará de la topografía, la Complutense y la de Castilla-La Mancha aportan especialistas en Prehistoria, la Consejería de Cultura resolverá los permisos e intervenciones arqueológicas y a la Diputación de Toledo se ha entregado el apoyo logístico.
Proyecto altruista
El proyecto, que ha nacido de forma altruista, cuenta con la colaboración del profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan Pereira Sieso, y del colectivo de investigadores Ciencia a la Carta, que apuesta por la divulgación científica.
¿Pero cuándo y cómo fue el descubrimiento? En febrero de 2016, un grupo de arqueólogos de Cota 667 llegó a Totanés, por encargo de la Diputación de Toledo, para estudiar el verraco de origen vetón ubicado en la plaza Mayor. El alcalde, Ildefonso Gutiérrez, aprovechó la ocasión para mostrarles las piedras que había visto desde niño en esa finca arrendada por su padre, propiedad ahora de Teresa Sanguín, y que siempre le habían intrigado. Al ver su disposición, uno de los arqueólogos habló de un posible crómlech, un monumento megalítico formado por decenas de menhires.
La más conocida de este tipo de construcciones megalíticas es Stonehenge, en el sur de Inglaterra. En la Península Ibérica, hasta ahora, se conocen algunos en Pirineos, uno en Guipúzcoa y el más llamativo y monumental ubicado en Los Almendros, muy cerca de Évora (Portugal).
Como todo trabajo arqueológico, el equipo de Cota 667 mostró cautela en principio y comenzaron a estudiar el fenómeno del megalitismo en la meseta. Todo apuntaba a un crómlech, pero de las estructuras megalíticas (menhires y dólmenes) son las menos estudiadas. Pidieron permiso a Patrimonio y realizaron la fotogrametría para obtener el modelo tridimensional, el estudio fotográfico y el acondicionamiento de la superficie. Todo lo que es el trabajo de campo.
Difusión científica
Paralelamente para el equipo es importante «hacer una arqueología desde abajo», contar el trabajo desde el inicio a la población y a quien esté interesado para que lo sientan como suyo. Y divulgarlo. Con esta tarea participa en el proyecto el ingeniero de Telecomunicaciones y experto en divulgación astronómica, Antonio Pérez Verde, que ha confirmado que el posible crómlech de Totanés se debe a la mano del hombre, basándose en la alineación astronómica que se observa a la caída del sol el día del equinoccio de otoño, el pasdo 23 de septiembre cuando el colectivo Ciencia a la Carta organizó en el lugar «La noche del equinoccio». Según Pérez Verde, esta construcción pudo servir de calendario no solo de cosechas, sino también de festejos.
Toda esta difusión científica traerá como consecuencia la asistencia a congresos y jornadas de los arqueólogos de Cota 667.
Pero sin duda traerá riqueza para este pequeño pueblo de 380 habitantes. Es lo que piensa la concejal de Cultura, Elena Gutiérrez, pues el hallazgo puede paliar la pérdida de demografía y evitar la desaparición del pueblo, cuyos vecinos se dedican a la agricultura. «Si se confirma, el crómlech puede atraer turismo, crear empleo y darnos vida, es un atractivo para el fin de semana, a Totanés le va a beneficiar», sentencia la edil.
El pasado 7 de abril se inauguró un museo paleontológico y arqueológico. En sus vitrinas se exponen arados romanos y fósiles de un yacimiento cercano al pueblo. El Ayuntamiento tiene firmado un convenio con la Universidad Complutense y los alumnos de Paleontología hacen prácticas en el museo. «Hay proyectos en el colegio y los niños están involucrados e ilusionados. Nuestra colaboración va a ser máxima», concluye la concejal.
La historiadora local, Marichu Medina, también está entusiasmada con el hallazgo:«sabía que Totanés era de la época visigoda a través de un poema de San Eugenio, pero no podía imaginar la existencia de un posible crómlech; esperamos impacientes las excavaciones».
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