Martín, probablemente seas tú quien mejor sepas de mí, no por tu condición de hijo biológico, sino por la relación entre los dos que tú madre y mi mujer Joël, ha sabido trenzar con inteligencia, habilidad y lealtad a nuestro compromiso personal desde aquel día 1 de mayo de 1968.
Por convicción soy leal. Si su madre no habla, yo tampoco, la de tus dos hermanas biológicas. Te pido lo seas tú conmigo como lo has sido durante 50 años. No las conoces tú ni tampoco yo, por decisión de su madre. Las conocerás y las conoceré cuando su madre y ellas lo entiendan y en las condiciones que ellas propongan y no otras.
Martin, sé que estás con tu madre, tu mujer, tus dos hijos y sus mujeres, así como con tu nieto, en Biarritz. Sé que en días llega tu hermana María y toda la familia, al igual que también sé que Marita os recibirá en setiembre en Jalisco.
No es probable que pueda ir yo. Joëll y yo hemos hablado días atrás para decirme que la han nombrado emérita y que nos veremos en el otoño parisino si es posible. Después iremos a la casa de Lyon para reunirnos todos y realizar un homenaje a tus abuelos. Me ha dicho que también viajará tu tío abuelo desde Gratz ya que se encuentra independiente de su cadera.
Tus hermanas no conocidas se encuentran documentadas y tu hermana retiene la misma. Ella te dará la documentación mediante depósito en la fundación. Ya sé que tienes copia de los estudios biológicos hechos a los huesos de Federico y con resultados coherentes con toda nuestra familia.
Tú tío abuelo lo tiene convencido Joël para que s hagan los estudios biológicos y que viajará con él para visitar la familia en Georgia, Israel y localizar a familia en Siria y Líbano.
Ya te dije que hablé con Joël para hacer pública esta información y, que ella hará pública, junto contigo, de tu paternidad que, aunque suponen, tus abuelos nunca se lo comunicaron ya que sería por ti al cumplir 50 años, así como el motivo.
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