Después de muerto hay dos objetos: cuerpo y memoria. Sin memoria no hay persona. Solo los humanos tenemos memoria de la cual hacemos uso. Es la cultura.
La memoria da identidad al humano. La memoria se transmite oralmente. La memoria la transmitimos a través de herramientas específicas depositadas sobre estructuras con supervivencia larga. Se hace con trazos de los que la escritura es la más representativa.
No se retira el mausoleo por revancha , ya que quienes lo retiramos somos inteligentes filogenéticamente y ontogénicamente, sino porque los registros han de ser manifestación de exaltación de hechos exitosos en la evolución adaptativa.
Hay subpoblación humana sin la valía genética capaz de ser históricos ya en la que no se puede ejercer por los capaces de domesticarles.
El genocida, el antropófago es el humano anterior al antecesor de Atapuerca.
Recuerdo la batalla de Atapuerca entre dos hermanos, Fernando, rey de León y García, rey de Navarra. Esa batalla, el 1 de setiembre de 1054, es el ejemplo de la envidia entre hermanos y, “pues te f
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