miércoles, 20 de diciembre de 2017

Que origen tiene el cáncer. Toñi, tú no la tienes, es esta falsa sociedad.

Toñi, te estoy hablando a ti. 

El principal motivo de "despertar" cáncer·es la minusvalía de la vida, o salud. que le discapacita en su comportamiento de adaptación al medio. Entendiendo como salud, o vida, el trabajo de la población, no del individuo, el trabajo resultante de descansar, beber y comer. Y, no entiendo, como la OMS lo hace desde su constitución en 1946, por intereses bastardos, como "la ausencia de enfermedad.

En definitiva, son dos las causas de cáncer: salud discapacitante y población. Insisto, salud y no enfermedad y, población. La causa de cáncer de pulmón no es del indivíduo donde se manifiesta, sino de la población a la que pertenece; población de mercado, o población de Capital.

Para "meterle mano al cáncer" hay que hacer lectura comprensiva del trabajo "El Capital" que si no9 se sabe alemán ha de hacerse con la traducción de Wenceslao Roces", su mejor y más loado traductor. No lo digo por ser asturiano, cátedro de Oviedo y exilado a la gran república del México del presidente Lázaro Cárdenas.

No estoy de acuerdo con esta publicación interesada.








El azar del cáncer (y lo que usted puede hacer para no favorecerlo)

El azar del cáncer (y lo que usted puede hacer para no favorecerlo)

Uno de los factores más determinantes del cáncer es el azar. Pero asumir esta realidad no quiere decir que no podamos hacer nada. Hay causas evitables, que se pueden prevenir, como la ingesta abusiva de ciertos alimentos y los malos hábitos.




En la vida, sin quererlo, estamos sujetos a la suerte. Como cantaba Silvio Rodríguez en Causas y azares, el simple hecho de salir de casa supone la posibilidad de encontrarse con un amigo y pasar una tarde de cervezas y risas con la que no contabas, pero también arriesgarse a que te caiga un árbol en la cabeza, te atropelle un coche o alcance un meteorito. Todos son hechos con tan poca verosimilitud que lo más normal es que no sucedan. Por si acaso, cruzamos la calle con cuidado, respetamos los semáforos y esquivamos a las bicicletas por la acera. Hay veces que la probabilidad es difícil de evaluar y tomamos decisiones erróneas. Hay mucha gente que no coge un avión por miedo, sin embargo no tiene inconveniente en subirse a un ­automóvil. Las estadísticas nos dicen que es más factible sufrir una colisión en un desplazamiento corto, pero como los accidentes aéreos tienen más cobertura e impacto mediático que los de carretera, a la gente les da más respeto.




Al envejecer tenemos más probabilidad de padecer esta enfermedad ya que jugamos más tiempo al terrible sorteo de la suerte

Hay otra lotería terrible a la que juegan todos los seres humanos y de la que no somos muy conscientes: el cáncer. Algunos estudios recientes demuestran algo que ya se sospechaba: uno de los factores más determinantes a la hora de sufrirlo es el azar. El cáncer no es una enfermedad, sino un conjunto de diferentes ­enfermedades que tienen en común que una ­determinada célula escapa del control general y empieza a proliferar. Ese aumento puede ser benigno e irrelevante, como un lunar o una verruga, o maligno; tanto que haga metástasis y se extienda a diferentes órganos. La causa que origina que una célula normal mute puede estar determinada por diferentes factores. Y uno de los principales es la (mala) suerte de que la mutación afecte a un gen determinado que controla su crecimiento. Asumir esta circunstancia ayuda a explicar ciertas cosas, como que a medida que ­envejecemos tenemos más papeletas de sufrirlo, ya que jugamos a la lotería más tiempo, o que una persona alta tenga más probabilidad que una de menor estatura, ya que tiene más células.
Hay que tener en cuenta que el azar también es cuantificable, y si tenemos muchos números, más nos puede tocar. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, perteneciente a laOMS, elabora una lista de todos los compuestos y actividades en función de su carcinogenicidad. En la posición 1 se encuentran el tabaco, los materiales radiactivos, algunos productos químicos, pero también la carne procesada, incluyendo hamburguesas, salchichas y embutidos. Esto debería hacernos pensar: ¿es tan peligroso el plutonio como el jamón serrano? La respuesta es obvia, no. La lista solo dice qué compuestos aumentan la probabilidad de padecer esta terrible enfermedad, pero no cuánto la aumentan. Cincuenta gramos de plutonio pueden matar a toda su escalera de vecinos, pero la misma cantidad de jamón le puede sentar genial en un bocadillo. Lo que pasa es que si uno abusa de este rico manjar puede aumentar la probabilidad de contraer un cáncer colorrectal. Así que aunque el azar influye, eso no quiere decir que no podamos hacer nada. Por lo tanto, mi consejo es sortear las causas evitables; por ejemplo, ponerse crema solar para protegerse de la fuerte radiación solar, hacer ejercicio, no fumar, llevar una dieta equilibrada y, ante la menor duda, ir al médico. No juegue a la lotería de Babilonia, que si le toca, es peor.




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