El tren que descarriló este lunes en el estado de Washington provocando la muerte a tres personas circulaba mucho más rápido de lo permitido.
Esto es lo que ha explicado la portavoz de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Bella Dinh-Zarr, tras recibir el informe del análisis de los datos de la caja negra de la locomotora.
"Las informaciones preliminares nos indican que el tren circulaba por encima de los 128 kilómetros por hora en una zona en la que debía hacerlo a 48. Esto no quiere decir que ésta sea la causa probable del siniestro, explicó Dinh-Zarr.
Trece de los catorce vagones de este tren que cubría el trayecto inaugural de una nueva ruta que une las ciudades de Seattle y Portland, descarrilaron. Algunos acabaron en la autopista I-5 que se encontraba en esos momentos en hora punta.
Varios automóviles colisionaron por el descarrilamiento, lo que provocó heridos entre los conductores pero no víctimas mortales como sí ocurrió entre los pasajeros del tren.
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