El humano tiene memoria de quienes han muerto.
El humano tiene un tiempo propio y otro tiempo en la memoria de los demás.
El humano, cuando deja de espirar aire, los demás dicen que ha muerto. Lo llevan al pudridero de sus partes blandas. Luego guardan su esqueleto en lugar donde puedan visitarlo. Su esqueleto hace posible rememorarlo. Se le guarda acompañándole de sus mejores ropas y tesoro.
Los humanos tienen institucionalizado un día al año para visitarlo con la ayuda de un sacerdote o, mediador entre el muerto y dios.
Por otro lado, tienen institucionalizado un día al año para recordar su muerte, el día de Noche Vieja y otro para recordar su nacimiento, o Día Nuevo.
Como Tribu, tienen institucionalizado los días de muerte y de nacimiento.
Como Familia, recuerdan el día de su muerte y el de su nacimiento.
Los cristianos tenemos institucionalizado muerte y nacimiento de Jesucristo, en la familia de María y José, como imagen, o icono de la tribu.
En la actualidad no se conmemora la muerte y el nacimuento de Jesucristo. Se hace pagana la conmemoración.
Hoy me visitó mi ahijado Augusto conbdus hijos. Le comentaba que Hugo, con séis años, sería conveniente educarle en la lecto/escritura en voz alta y en el entorno familiar. Le sugerí la lectura del texto transferido al diario. Le dije: la escritura les hace ser no desmemoriados como el mito de Teuth y Thamus refiere.
Que no tengas memoria de los que no están presentes sino ausentes, hace no tener sentido su vida.
Leerse el mito de Teuth y Thamus, lo aconsejo.
Quiero recordar cuando hice una instalación de cafetería (ágora) y librería/biblioteca, donde públicamente las personas leer en voz alta y escribir en silencio.
Como tantas otras cosas, no encontré eco a mis palabras. Ofrecí su administración y no atendieron las palabras. El silencio me acompañó; solo se apreció el café, la sala de lecto/escritura no fué apreciada.
Probablemente, nuestro legado es el disponer de un discurso, oral y escrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario