Es una práctica habitual en toodos los ámbitos el hacer de los titulados e intitulados PERITOS.
El trabajo que realiza un PERITO lo es sobre el MATERIAL QUE SE LE APORTA. Entre este Material es el DOCUMENTO, Escrito, Registro unidimensional y bidimensional.
El perito trabaja con material "muerto"
El perito es aquel experto en el análisis de los documentos, en todo soporte, que han sido utilizados en todo proceso.
En ningún caso crea documentos que complementen o suplementen a los utilizados en el proceso sometido a peritaje.
Intención del peritaje: medir la discrepancia del proceso sometido a estudio respecto al proceso definido como patrón.
Si no existe patrón de proceso, no es posible medir, o peritar.
Todo procedimiento seguido por el perito queda entendido nulo, y calificado de delito.
No es admisible el "parecer" por parte del individuo que intitulado perito, su trabajo tiene una base que es la mentira y una intención que es la de hacer daño, por lo que este individuo no perita sino que injuria.
Consentimiento informado.
Es el proceso a seguir por el propuesto interviniente sobre el propuesto a ser intervenido. Este proceso propuesto es el patrón que será utilizado por el perito para medir el grado de discrepancia respecto a él por el intervenido.
En realidad, el consentimiento informado es el contrato acordado entre el interviniente y el intervenido. Cuando se habla de contrato, el interviniente y el intervenido, son denominados ofertante y demandante, respectivamente.
He utilizado el término "consentimiento informado" como médico pero, en nada se diferencia con el "contrato informado", o "acuerdo informado".
Sin embargo, los médicos han entendido, la Ley de consentimiento informado, que se ha de informar de los errores, o consecuencias no deseadas por el contrato, o acuerdo alcanzado con su paciente para intervenirle, o modificarle.
Cuando se mide, siempre se habla del márgenes de error de la medida, haciendo referencia al error causado por el instrumento de medida, por la variabilidad del objeto sometido a medida y de la no constancia, o variabilidad de las condiciones en las cuales se realiza la medida.
Cuando hacemos una auditoría, peritación, o medida de un proceso financiero, disponemos de un "consentimiento informado".
Para poder acceder a conocer esta noticia que sigue, es imprescindible tener este "consentimiento informado" ofrecido por el Banco Central y la Entidad de Crédito de que se trate.
Recuerdo cuando un Entidad de Crédito fue intervenida y que previamente se había hecho un peritaje privado en el que intervine. Cuando solicité el "histórico de consentimientos informados", el presidente de la Entidad me entendió tras explicárselo. El consejo de administración, las familias, entendieron aquella petición como "fuera de lugar" y, lo hicieron con un argumentario que guardo bajo 27 candados. En aquellos tiempos se confundía el tesoro de la familia del rey con el tesoro del reino. [recordando el proceso de demostración que se ha hecho estos días. ¡No hombre, no!, eso no es. Debemos leer como se hizo en el Reino Visigodo.
Nota.- Reto al Tribunal Supremo a realizar un peritaje de su resolución en el "caso Banesto" como medio útil seguido y que debiera seguirse.
Los peritos del ‘caso Bankia’ hacen de sus informes una bronca académica
Los expertos nombrados para auxiliar al juez Andreu atacan con dureza a los designados por las partes para desvirtuar sus informes
Madrid
Los peritos designados por el Banco de España para auxiliar al juez Fernando Andreu en la investigación sobre la salida a bolsa de Bankia critican con extrema dureza en su último informe a los expertos contratados por las partes para rebatir la idea de que la entidad se estrenó en el parqué en julio de 2011 con las cuentas maquilladas. Los peritos judiciales, Víctor Sánchez y Antonio Busquets, insisten en que las cuentas de Bankia no reflejaban la imagen fiel de la entidad –el folleto de la emisión de acciones anunciaba un beneficio de 253 millones de euros en el ejercicio 2011 cuando las cuentas finales arrojaban unas pérdidas efectivas de 3.030 millones-. Y contestan, incluso llegando a la descalificación personal, a algunas apreciaciones vertidas en los contrainformes.
Los peritos son especialmente duros con los catedráticos de la Universidad Carlos III de Madrid Juan Manuel García Lara, Miguel Ángel Tapia y Juan Zornoza, contratados por el expresidente de Bankia Rodrigo Rato para certificar la validez de las cuentas de la entidad. Estos académicos, al igual que otros expertos de parte, sostenían que los peritos judiciales aplicaron un “sesgo retrospectivo” en su estudio, es decir, que analizaban las cuentas no basándose en lo que se sabía sobre la salud financiera de Bankia en el momento de su debut bursátil, sino con los datos conocidos una vez que se descubrió el agujero. “Es muy fácil ser sabio después de que los hechos ocurren (…) psicológicamente está muy bien explicado”, decían los peritos de Rato el 18 de noviembre de 2015 al ratificar su informe ante el juez.
La respuesta de los peritos judiciales es tan irónica como tajante: “Puestos a buscar explicaciones psicológicas, habría que referirse a los fenómenos de disonancia cognitiva. En el caso Bankia sería muy interesante comprobar (…) cómo la mente de los embusteros resuelve la incongruencia aceptando la mentira como una verdad”.
Los peritos manifiestan que la contabilidad no es una ciencia (o técnica) exacta, pero que ello no justifica las “aberraciones” defendidas por algunos de los expertos de las partes. “Ninguna mente independiente y sensata puede entender que en 15 días el resultado anual de una entidad pase de unos beneficios de 253 millones a unas pérdidas de 3.031 millones y que ambas cuentas sean correctas”. Tampoco ven “posible” revisar “en 15 días los deterioros de centenares de miles de activos y auditar la revisión”.
Los ataques también se extienden a los peritos nombrados por la propia Bankia, el catedrático Leandro Cañibano y el exinspector del Banco de España Rubén Manso, defensores de la formulación de las cuentas de la entidad realizada por el equipo del actual presidente, José Ignacio Goirigolzarri. A los peritos judiciales les molesta la acusación de subjetividad que hace sobre ellos Cañibano: “Hace una falsa acusación, cuando ni él ni el señor Manso revisaron toda la documentación disponible”, devuelven la crítica los auxiliares del juez Andreu.
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