Los compañeros del parapentista asturiano logran localizarle y enviarle comida
La pesadilla parece tocar a su fin. José Luis Bernal, el parapentista asturiano de sesenta años desaparecido en el noroeste de la India, el pasado viernes, ha sido localizado por sus compañeros en un punto próximo a la cima del Big Face, zona que sobrevolaba cuando una tormenta le fue arrastrando hasta el lugar donde ahora mismo se encuentra y en el que ha pasado cuatro noches a la intemperie. «Sigue estable, mucho más animado y, a buen seguro, pasará una noche bastante mejor que las cuatro anteriores», afirmaba ayer a EL COMERCIO Sento Córdoba, uno de los compañeros de expedición del asturiano, que están coordinando el rescate de forma privada ante la escasez de recursos en esta zona remota de la India.
El grupo formado por parapentistas asturianos y valencianos sobrevoló durante toda la mañana la cuadrilla en la que calculaban, gracias a las indicaciones facilitadas durante la conversación por radio con otro piloto, que podría encontrarse Chelui, como lo conocen en su entorno. Finalmente, a eso de la una de la tarde, hora española, establecieron contacto visual con el asturiano. «Tiene la cara roja por el sol, pero en general se encuentra bien», comenta Córdoba, incapaz de ocultar la satisfacción que inunda a sus compañeros tras cuatro intensos días de búsqueda. «¡Eres grande Chelui! Gracias por ser tan duro y aguantar tanto», exclamaron desde el helicóptero, facilitado por el seguro francés Club Alpi Francés (CAF) y del que pudieron disfrutar más horas de las que en un principio estaban previstas gracias a una gestión que desde el grupo desconocen quien ha realizado. «Nos han dicho que puede haber sido el Gobierno español el que ha mediado para que podamos disponer de más horas de vuelo, pero no lo hemos podido corroborar», explicaba, prudente, Córdoba.
Bocadillos y mantas térmicas
Pese a que en un principio se barajó el rescate inmediato, tuvo que abortarse hasta hoy debido a las previsiones meteorológicas, que auguraban la entrada de una tormenta a mitad de la tarde de ayer. Por ello, el equipo de rescate le ha lanzado al asturiano desde el helicóptero todo tipo de víveres y medicamentos. «Le hemos mandado chocolate, frutos secos, bocadillos y ropa térmica para que afronte la noche con total garantía de supervivencia», informaba Córdoba sobre la que será la quinta noche que Bernal pase al raso, una gesta que de cerrarse en la mañana de hoy con su rescate, sin duda pasará a los libros de historia del parapente. «Es increíble como está aguantando. Ya dijimos cuando se perdió que estaba preparado para sobrevivir en esas condiciones, pero a medida que pasaban los días teníamos más dudas», reconocían desde el equipo.
En el campo base ubicado en la aldea de Bir, a unos seiscientos kilómetros de la zona de vuelo, la alegría es contenida, pero si las condiciones lo permiten, el de la noche de ayer será el último esfuerzo para el asturiano. «Hoy esperamos tenerle por fin con nosotros», afirma Córdoba al tiempo que agradece a todos los equipos locales sus esfuerzos por lograr que el rescate llegara a buen puerto.
Por su parte y hasta que se confirme el rescate, desde el entorno del asturiano, afincado en Oviedo, siguen presionando para lograr la máxima visibilidad y que, de ser necesario, el Gobierno español medie para lograr su rescate.
Así lo hicieron ayer en el IES Pando, instituto donde este profesor, ya jubilado, dio clase varios años. '¡Bernal, te esperamos!' rezaba la pancarta que los alumnos del centro, al que acuden 650 estudiantes, exhibieron durante un receso de las clase
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