lunes, 1 de octubre de 2018

El Punto De Vista Sunita

El Punto De Vista Sunita

Posiciones sunitas en cuanto al califato

La mayoría de los sunitas de hoy son Ash’aritas. Así como los Mu’tazilies, ellos creen que la institución del Imamato/califato es necesaria, y que es incumbencia y obligación (es wayib) de la Ummah designar a un califa. Los Mu’tazilies sostienen que este argumento se basa en la razón; mientras los Ash’aritas arguyen que se basa en la tradición (sunna).
Al Nasafi escribe en su Al Aqa’id:”Los musulmanes no pueden estar sin un imam que se ocupe de la toma de decisiones , de la implementación de judud(código penal), de guardar sus fronteras, de armar a sus ejércitos, de recibir su zakat, de judicializar a los ladrones, de preservar los Viernes y las Eid(fiestas), de remover la peleas y desavenencias entre la gente, de recibir la evidencia para resolver casos legales, de casar a aquellos que no tienen albaceas y de dividir los botines”1
Mientras los sunitas quieren un líder terrenal, los shi’itas se complacen con uno que establezca el Reino de Dios y que acabe por fin con la maldad de este mundo.2
De acuerdo al sunismo, existen cuatro principios para la designación de un califa:
1. Iyma o consenso de los hombres a cargo del poder. El acuerdo de todos los seguidores del Santo Profeta no es necesario ni esencial para asegurar el consentimiento de todas las personas de poder y de posición en la Ummah.
2. Nominación hecha por el previo califa;
3. Shura, o selección por un comité;
4. Poder militar; es decir, si alguien adquiere el poder por la fuerza militar, tendrá derecho a convertirse en califa.
El autor de Sharil Maqasid explica que cuando un Imam fallece y una persona que posea las anteriores cualidades reclama esta posición, (sin el juramento-bay’ah hecho por él mismo) y aparentemente el mismo caso se da para los ignorantes y los inmorales. De manera similar, cuando un califa es designado por la fuerza pero después es derrocado, el que lo reemplaza será tomado como califa o imam.3

Cualidades De Un Califa

Los sunitas consideran diez condiciones necesarias para un califa:
1. Que sea musulmán;
2. Que posea la edad(es decir, que pase la pubertad);
3. Que sea varón;
4. Que sea cuerdo;
5. Que sea valiente;
6. Que sea libre, no esclavo;
7. Que sea accesible, que no esté oculto;
8. Que sea capaz de dirigir una guerra y que sea conocedor de las tácticas concernientes;
9. Que sea justo;
10. Que sea un jurista religioso4.
Pero las dos últimas condiciones son sólo en teoría. Así que las condiciones de justicia y conocimiento religioso no tienen base. A su vez, en el sunismo se sostiene que la infalibilidad (ismah) no es necesaria para ser un califa. Para apoyar este punto de vista, se citan las palabras de Abu Bakr ante los compañeros del Santo Profeta(saws): “Gente: se me ha elegido como califa aunque no soy mejor que ustedes; así que si cumplo con mis obligaciones, ayúdenme; si no lo hago, oriéntenme. Deben saber que Satán viene a mí de vez en cuando. Así que si estoy enojado, manténgase alejados de mí”5
Además, Al Tiftizani dice en Sharjul Aqa-idin Nifisih: “Un imam no puede ser derrocado de su mandato por su inmoralidad o su tiranía”.6

La Toma De Poder De Abu Bakr

Los principios anteriormente mencionados no son derivados de ningún versículo ni hadiz sino de una serie de eventos después del deceso del Santo Profeta(saws).
De acuerdo a los sunitas, los primeros cuatro califas son denominados “Al Jkulifa al Rashidin” (los rectos califas). Analicemos entonces de dónde proviene este apelativo.
Inmediatamente después del fallecimiento del Santo Profeta (saws), los musulmanes de Medina conocidos como los Ansar (los que ayudan), se reunieron en la saquifah (terraza) de Bani Sa’idah. Según el autor de Ghiyazullughat, este era un lugar secreto en el cual los árabes solían reunirse para llevar a cabo actividades ilícitas.7 En ese lugar, Sa’d ibn Ubadah, quien en ese momento era uno de los aliados de ese grupo, fue llevado hacia una silla forrada de blanco y sentado allí para que fuese designado como califa. Sa’d aprovechó tal oportunidad para exponer un discurso en el que habló de las virtudes de los Ansar y le dijo a su audiencia que debían tomarse el califato antes de que otros lo hiciesen. Los Ansar estuvieron de acuerdo en que él fuera el califa. Pero entonces llegó la duda de los presentes en la reunión: “¿qué les diremos a los mujayirún(los Emigrantes de Meca) de Quraish si se oponen a esta decisión y la apelan?” . Un grupo dijo: “Les diremos que elijamos a un líder de entre ellos y a uno de los nuestros.” Sa’d replicó: “esta es la primera debilidad que ustedes demuestran”.
Entretanto, alguien le informaba a Omar ibnil Jkatab de tal reunión diciéndole: “si quieres adquirir la dignidad del mandato debes apresurarte a la Saquifah antes de que sea demasiado tarde y no puedas cambiar cualquier decisión allí tomada”. Al recibir esta noticia, Omar junto con Abu Bakr se apresuraron hacia el sitio. Abu Ubaidah ibn Al Yirrah también se unió a ellos.
Según las narraciones de Al Tibiri, Ibnil Azir, ibn Qutaibah y otros 8 se dirigieron a la Saquifah; no se habían sentado cuando Zabit ibn Qays se puso de pie y empezó a enumerar las virtudes de los Ansar y sugirió que el califato debía ser tomado por uno de ellos. Se reporta que Omar dijo: “cuando el de Ansar terminó su discurso, hice el intento de hablar también, úes había pensado en algunso puntos importantes qué mencionar, pero Abu Bakr me persuadió para que me quedara en silencio. Así lo hice. Abu Bakr era más competente y más sabio que yo. Luego él expresó las mismas cosas que yo iba a decir aunque mejor de lo que yo lo hubiese hecho”.
De acuerdo a Rauzitus Sifa, Abu Bakr se dirigió a la asamblea:
“Asamblea de los ansar: Reconocemos sus cualidades; no hemos olvidado sus batallas y su lucha por mantener la causa del islam. Pero el honor y el respeto que los de Quraish gozan entre los árabes no lo posee ninguna otra tribu, y los árabes no se someterán a nadie más que no sean los Quraishitas”.9
En Al Sirah Al Jalibiiah se añade:
“Sin embargo, es un hecho que los mujayirín fuimos los primeros en aceptar el Islam. El Profeta era de nuestra tribu. Somos los familiares del apóstol…por lo tanto somos los merecedores del califato…es preferible que se tome un líder de entre nosotros y de entre ustedes podemos elegir a un ministro. No actuaremos antes de consultar con ustedes.”10.
Empezaron a sucederse unos acalorados argumentos en aquel momento, de repente Oram gritó: “Por Dios que mataré al que se oponga a nosotros”. Al Jubab ibnil Munzil ibn Zaid, un ansari de la tribu de Jkazrayy, retó a Omar diciéndole: “por Dios que no permitiremos que nadie sea nuestro califa. Un líder debe venir de ustedes y otro de nosotros. Abu Bakr dijo: “¡No! Esto no puede ser así. Es nuestro derecho ser los que mandan y ustedes deben ser nuestros ministros”. Y dijo al Hubab: ¡ansar! No se sometan a lo que esta gente dice. Sena firmes; por Dios que si alguien se atreve a oponerse a mí ahora, le cortaré la nariz con mi espada. Pero Omar recalcó: ¡Por Dios que la dualidad no es aconsejable en el califato! No pueden haber dos reyes en un régimen, y los árabes no estarían de acuerdo con su liderazgo, porque el Apóstol no era de la tribu de ustedes”.
Al Tibiri e Ibnil Azir concuerdan en citar que hubo un prolongado intercambio de palabras entre al Hubab y Omar a este respecto. Entonces Omar maldijo a al Hubab: “¡Que Dios te mate!”, al Hubab le contestó con las mismas palabras. Luego Omar se paró en frente de Sa’d ibn Ubadah y le dijo: “Queremos destrozar cada uno de tus órganos”. Furibundo tras esta amenaza, Sa’d se puso de pie y le agarró la barba a Omar, quien le amenazó de nuevo: “si me tocas un solo pelo, verás que todos se irán en tu contra”. En ese momento, Abu Bakr intervino para que Omar se comportara más civilizadamente. Así que Omar decidió tornarse del frente de Sa’d, quien en ese momento decía: “Por Dios que tuve el valor de ponerme de pie; tú hubieras oído el rugido del león en cada esquina de Medina y todos habrían tenido que esconderse en hoyos en la tierra. Por Dios que les hubiésemos hecho unirse con quienes ustedes eran simplemente unos seguidores y no unos líderes”.
En medio del alboroto, Omar le dijo a Abu Bakr: “Levanta tu mano para que hagas tu juramento”. Pero Abu Bakr dijo: “No. Tú levanta tu mano y haz tu juramento pues tú eres más fuerte que yo y eres el más apropiado para ser califa.” Así que Omar tomó la mano de Abu Bakr y le juró fidelidad diciendo: “mi fuerza no tiene ningún valor comparada con la tuya, tus méritos y tu señorío; pero si sirve de algo, mi valor unido al tuyo será la suma perfecta para llevar a cabo este califato”
Finalmente, todos conspiraron y vieron que era conveniente para sus intereses jurarle fidelidad a Abu Bakr. En medio de todo esto, Alí y sus compañeros asistían al ritual de sepultura del Profeta (saws).
Ibn Qutaybah escribió: “cuando Abu Bakr hubo tomado el califato, Alí fue forzado a presentarse ante él , pero este no paraba de decir: ‘soy el esclavo de Dios y el hermano del Mensajero de Dios”. Luego a Alí se le ordenó que declarara su fidelidad ante Abu Bakr, pero Alí dijo: “tengo más derecho al califato que cualquiera de ustedes. No juraré obediencia a ti. Por el contrario, tú eres quien debería jurarme obediencia a mí. Convocaste a los Ansar para que te juraran fidelidad en la tierra en la cual tuviste lazos de sangre con el Mensajero. Estás usurpando el califato de nosotros, los miembros de esta casa. ¿Les dijiste a los Ansar que tú tenías más derecho que ellos para tomar el califato dado que el Profeta era de tu tribu para que ellos aceptasen tu liderazgo? Entonces la misma razón que expusiste para tomar el cargo es la misma que te doy ahora mismo. Mi relación con el Apóstol tanto en vida como en el momento de su muerte era más cercana que la de ustedes. Si eres fiel a tu argumento, entonces eres justo; de lo contrario, debes saber que estás actuando con tiranía.
Omar le amenazó diciéndole: “Hasta que no des tu ba’iah(juramento de fidelidad) no serás liberado” pero Alí se negó una vez más. Finalmente Abu Bakr cedió: “Si no quieres hacerlo, no te forzaré”.

Recapitulación

Varios aspectos de los eventos anteriormente mencionados merecen más atención.
1. Era tradición entre los árabes que una vez una persona era declarada, incluso por un grupo pequeño, como el líder de la tribu, los demás no se oponían a él, así que lo seguían sin reparo. Esta tradición incluso existía en la mente de Abbas, el tío de Profeta, cuando le dijo a Alí: “Dame tu mano para declarar mi fidelidad ante ti…pues una vez esto se haga nadie podrá oponerse”. Esta misma idea fue la que llevó a Sa’d a exhortar a los ansar a que tomaran el califato antes de que alguien más lo hiciese; y fue a causa de esta misma tradición que se le sugirió a Umar que llegara a la saquifah. Fue dada esta costumbre que una vez algunas personas aceptaron el califato de Abu Bakr, la mayoría de los musulmanes en Medina los siguieron.
2. Alí sabía muy bien de esta costumbre. Entonces, ¿por qué se negó a aceptar el juramento de fidelidad, diciéndole: “quién más que yo puede pedir que se me jure fidelidad?”?11 Simplemente porque Alí sabía que el califato del Santo Profeta (saws) no era incumbencia de la Ummah, de ninguna tribu. No se basaba en la declaración juramentada de nadie. Era una responsabilidad otorgada por Dios, no por la gente. Ya que él había sido elegido por Dios por medio del Profeta (saws) , no era necesario que se apresurara a que la gente le jurara fidelidad. Él tampoco quería que la gente pensase que su Imamato estaba basado en la ba’iah de nadie. Si la gente le seguía tras la declaración de Ghadir Jumm, eso era más que suficiente.
3. Ahora retornemos a los eventos de la saquifah. Durante el período de vida del Santo Profeta(saws) la mezquita del Profeta era el centro de todas las reuniones islámicas. Era ahí donde las decisiones de guerra y paz se tomaban, se daban los sermones, y cuando la noticia del fallecimiento del Santo Profeta se divulgó, fue en ese preciso lugar en donde los musulmanes se reunieron. Entonces, ¿por qué los copartidarios de Sa’d ibn Ubadah decidieron reunirse en la saquifa, lugar que quedaba lejos de la ciudad y que además tenía mala reputación?; ¿Acaso era porque querían usurpar el califato sin el conocimiento de los demás y así presentar a Sa’d como califa?
4. Cuando Omar y Abu Bakr supieron de la reunión, ellos se encontraban en la mezquita; una gran mayoría de los musulmanes estaban en ese mismo lugar. ¿Por qué no les informaron a los demás acerca de la reunión en la saquifah? ; ¿por qué se escaparon en secreto?; ¿Acaso sería porque Alí y bani Hashim se encontraban en la mezquita y no querían que ellos se enteraran del complot?; ¿Acaso sería porque temían que si Alí se enteraba, iría a la reunión y todos sus planes se irían abajo?
5. Cuando Abu Bakr estaba exaltando las virtudes de los Mujayirún como pertenecientes a la tribu del Santo Profeta, ¿no sabía él acaso que había otras personas de su familia que tenían el derecho de reclamar? Fue este aspecto lo que llevó a Alí a decir:
احتجوا با لشجرة و اضاعوا الثمرة
Discutieron por el poder del árbol (genealógico) pero destruyeron el fruto(la familia) del Santo Profeta…12
Mirando estos episodios sin apasionamientos, no podemos decir que aquello fue una “elección”, ya que los “votantes” en su totalidad no sabían que se iba a llevar a cabo una elección popular, mucho menos sabían en donde se llevaría a cabo. Además de los votantes, otros posibles candidatos no tenían conocimiento de lo que estaba sucediendo en la saquifah. He aquí otras palabras del Imam Alí al respecto:
“Si aseguran que poseen la autoridad sobre los musulmanes, ¿cómo sucedió mientras todos estaban ausentes?...13

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