En toda empresa hay tres tipos de hombres: peones, gregarios y líderes.
En toda empresa solo hay un tipo de hombre, aquel que aporta trabajo creativo, operativo e instrumental.
Fuera de toda empresa solo hay un tipo de hombre, el intermediario, o distorsionador del fin que motiva la empresa.
El esclavismo no es empresa sino negocios, por ello, tarea impropia del hombre. El esclavismo tiene como fin la domesticación. La empresa tiene como fin la educación y, con ella, la superación, o adaptación evolutiva, o inteligente.
El capital tiene como fin el esclavismo por seres no inteligentes sino bestias.
No hay convivencia posible entre Trabajo y Capital, sino confrontación.
No hay cohabitación posible entre Trabajo y Capital, sino destrucción.
No hay mirada hacia atrás sino prospección hacia adelante. Sin fin posible. Hasta el morir feliz fuera del Edén que Dios me ha negado. Allí donde el Ángel desobediente me espera. Allí me tiene reservado un lugar apartado y sin luz para recuerdo alguno.
Federico, espera mi llegada.
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