El depredador se identifica a sí mismo como ser, u objeto animado y a la presa como no ser, u u objeto no animado. También dice animado, o dotado de ánima, o propiedad con la que un no-ser los distinguió de entre todo aquello que era el no ser.
Aquel ser que manifiesta irregularidad, o debilidad se le identifica como presa. En contra-oposición, aquel ser que manifiesta regularidad, o firmeza se le identifica como depredador.
La vida es el trabajo resultante de la relación entre el asesino y la víctima.
La vida es el trabajo resultante de la relación entre el hidratarse, nutrirse y liberar la energía que no le es útil al depredador del agua y nutriente identificado como presa.
Cuando aquel ser no consigue el éxito ante la presa, no consigue identificarse como presa y no como depredador.
El depredador es el ser que no se identifica como presa y no sabe que no acosa y derriba sino que es acosado y derribado por la presa.
Este comportamiento es apreciable como retraído, con contractura simétrica, o puercospin, huyendo del depredador dejándose llevar por la fuerza de la gravedad sin saber que esta es la depredadora absoluta.
Cuando huye, o se retrae, con contractura asimétrica, se siente mareado, o inestable. Esta huida es denominada, por su fin, sin orden alguno, comportamiento, trastorno obsesivo convulsivo (TOC).
¿Qué motiva el abandono del acoso a la presa por parte del acosador, o depredador?
¿Qué motiva el comienzo del acoso a la presa?
¿Qué motiva el abandono de la presa al depredador?
¿Qué motiva el ofrecimiento al depredador por parte de la presa?
El acosador, el depredador, nunca está solo, siempre actúa en grupo, siempre constituido por tres depredadores, con trabajo diferenciado: líder, gregario y peones.
Cuando se identifica un acosador, hay que identificar a los tres.
Cuando se identifica y se abate al líder, el gregario pasa a ser el nuevo líder y uno de los peones, pasa a ser gregario.
Este comportamiento es el que explica esta explosión de asesinatos.
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