sábado, 28 de julio de 2018

De calderines, calderones y càrcobas.

Lo primero que mi padre me enseñó ha sido saber bien lo que eran las lindes de las tierras: calderin, calderón y cárcoba.

Toda superficie nunca es llana y, por ello que no es de fiar.

El caballo recela de los prados ya que se hunden bajo sus patas. Y por los caminos tambien recelan por ser resbaladizos.

Si frena, hazle caso y déjale que se desvíe. No le esploes ni le retengas el bocado.

Calcula bien los calderines y calderones. Para en las cárcobas.

Me enseñó a pintarlas.

Si yo me hubiera ocupado o, dejara a mi padre viajar a Guadalajara ese ańo para  acompañar a sus nietos el  día de su cumpleaños, probablemente Federico no hubiera caído del caballo.

El 4 de junio de 1984, dia de mi cumpleaños, y día antes de serlo de Federico y Maria, recibo un fax en el hospital enviado por Maria y comunicàndome que está grave en el hospital de Guadalajara tras caerse de su caballo "morenito".


Hablo con el hospital (sección baja de médula cervical). Hablo con María madre y hermana para animarlas.

Hacemos misa en la noche.

Tres dias mas tarde llego a tiempo para enterrarlo junto con su abuelo y  bisabuelo.


El mismo dia 5, su hermano Martín y la madre de este, Joëlle, están con ellas y las acompañaran un mes, trayéndolas todo el verano a su casa en Francia. Nos veremos en Madrid en dos ocasiones.

Federico, descansa en paz.

El dia 4 de septiembre de 2010, María se casa con Miguel en Oviedo. De padrinos fueron Joël y Martín. Yo no pude ir, estaba en el hospital.

Hoy tenemos a Augusta Federica, con séis años y poco morenita.

Miguel es nacido en Puebla, de abuelos naturales de Coimbra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario