domingo, 17 de julio de 2016

La Salud y La Enfermedad como Mercado.

La salud y la enfermedad son bienes intangibles y singulares del individuo.
No se pueden tomar para ser utilizados por otro individuo.
La salud y la enfermedad no pueden ser utilizados como objetos de mercado; no pueden ser ofertados ni demandados.
La salud y la enfermedad corren en paralelo, no interseccionan, no tienen "punto M" del mercado.
La salud y la enfermedad no pueden ser robadas y, por ello, tampoco vendidas. No son objetos ocultables al Mercado del que no son presa.
Los "ecónomos" de la salud y de la enfermedad no pueden ejercer como prestamistas. Por este motivo, se separan los "prestamistas"
(aseguradoras de riesgo, o contingencia) de los ecónomos, o sanitarios.
Hay administradores de recursos sanitarios como intermediarios entre los prestamistas y y los ecónomos.
Hay administradores sanitarios
Tu salud no la puedo utilizar yo ni nadie. Tu enfermedad no la puedo utilizar yo ni nadie.
Mi salud y/o mi enfermedad, no la puedo vender ni comprar; no tiene precio. Si me la roban no hay prestamista que la pueda empeñar.
La salud y la enfermedad no es propiedad de la vida, sí que es una propiedad de la muerte.
Si la salud y la enfermedad la compra o la vende solo tiene un comprador y un vendedor: el Centro Director de la Muerte que se encuentra en el espacio y el tiempo de la Vida, estando estos fuera de aquel de la Muerte.
Pueden preguntarse por el denominado Sistema Sanitario, las causas y los efectos del mismo y veran que El Sistema Sanitario no tiene como fin La Salud y La No Enfermedad, siendo la causa del problema el comercio y la mercantilización de estos derechos inalienables  que pertenecen a cada uno de nosotros.

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