Familia observable habéis entrado en crisis. Vuestro pecado Capital y vuestra minuvalía os discapacita. Adiós.
Talar el árbol al que habéis deseado robar el fruto, la sabía y el abrigo que os ofrecía. Lo habéis talado por vuestra naturaleza. No podéis pegarlo tras cortarlo, pues el injerto no es opción. El hambre, la sed y el frío os hace imposible seguir. Martín ya no rasgará su capa para, como hermano, ayudaros. Martín ha cumplido cincuenta y un años tirando por vosotros. Adiós familia que ya no sois.
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