viernes, 4 de enero de 2019

El movimiento de la Materia

Todo cuerpo, con independencia de su tamaño, gira sobre sí mismo, a la vez que en torno a otro de mayor dimensión. 

El electrón gira sobre sí mismo y en torno al núcleo. El núcleo atómico gira sobre sí mismo y en torno ¿a qué?

La Tierra gira sobre sí misma y en torno al Sol. El giro sobre sí mismo lo hace en 1 día. En torno al Sol, lo hace en 365 días

El individuo humano gira en torno a sí, ¿en cuanto tiempo? Y, también, gira en torno ¿a qué?, ¿cada cuánto tiempo?

El individuo humano gira en torno a sí, cada 24 horas y, en torno a otro, cada 24 horas. Así, los individuos humanos son estructuras dobles.

Uno Aparente, observable por los sentidos y, otro Latente, sensorial, no observable por los sentidos. Este otro, el Latente, o sensorial, es el artístico, el creativo.

Las estructuras humanas dobles, giran sobre sí mismas cada semana y, en torno a una agrupación superior, la familia o, Luna cada 28 días.

Cada familia gira sobre sí misma cada trimestre, o estación y, en torno al Sol cada año.

El Sol gira sobre sí mismo y en torno al núcleo de la vía Láctea. Esta, a su vez, gira sobre sí misma. A su vez, gira sobre un Cúmulo. Este, sobre sí misma y, a la vez, en torno, una estructura superior.

Aplíquese el Principio de Mach, al cual he referido en múltiples ocasiones.

El individuo humano ha de ser observado a través de su plano sagital, transversal y su resultante, o giro, siendo el centro de este a nivel de un punto, charnela, o bisagra situada entre D12 y L1.

Es evidente que tiene otros dos centros de giro secundarios, o primitivos, respecto al citado. Filogenéticamente primitivos, que diferencia el individuo humano de la persona. 

La persona, como estructura binaria, tiene un centro de giro que alcanza a los 6 años de edad, como individuo y como persona a los 14 años.

Cuando a los 6 años alcanza el punto de giro en D12/L1, se reconoce en la familia como bautismo y lo observan por su braceo y apoyo podal sobre el borde externo hasta los de los al primero, perfeccionando  el puente podal, desde la planicie al nacer. Así, nace con visión bidimensional, alcanzando la visión tridimensional a los séis años. 

A los 14 años, el punto de giro se desplaza al punto medio de relación con el otro, extendiendo en giro se mano diestra y confirmando el giro. Alcanza el compromiso, o lealtad, confirma aquel paso por el bautismo. A los 14 años, alcanza la comunicación verbal y la no oral, sino gestual. Alcanza la capacidad de abstracción, siendo  la expresión de esta la confianza en sí mismo, entregando su mano diestra al otro sobre su antebrazo, o en la cintura. Así, se entre a la lucha en defensa del pueblo y conmemora esta mediante la danza y el baile. Siempre se acerca apoyando los dedos y girando para ofrecer su espalda mientras se agacha como muestra de su ofrecimiento manifestando su lealtad y expone su espalda como signo de confianza. Todas las danzas se realizan en círculo en torno al fuego.

En la exploración primera que hace el médico, anamnésica y visual,  es esta la que se ha de hacer. Como persona se procede de igual modo y manera para diferenciar la persona, leal y confiable, del individuo, no leal y no confiable. La persona promete, el individuo jura. La persona es educada, el individuo es doméstico. Aquel es del domo, este pertenece al domo.

A continuación refiero la jota asturiana, donde los mozos hacen pública su relación personal, y se comprometen como personas a ser leales en su relación y la que mantendrán con su pueblo. No hay traiciones a su lealtad, no hay violencias, no hay uso de la fuerza ya que han sido educados como personas y no domesticados como bestias.

Hay que recuperar los ritos que hicieron posible la humildad, venir del humus, de la tierra por la que reptamos hasta los 6 años. Ayer mostraba mi disgusto con cinco años, no se era leal, comprometido. Si te citas a una hora y lugar, ajustas tu velocidad, transformas tu tiempo en el lugar.


https://youtu.be/WhpSxZFL-mY



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