Pensemos que cuando un objeto en el agua, este se desplaza en cono, en forma de túnel vertical que se va cerrando sobre si mismo. Para salvarle desciendes creando un tubo vertical paralelo al objeto a salvar. cuando lo sobrepasas ligeramente creas un tubo perpendicular para asirle por las axilas. Al llegar a superficie lo tomas por una axila.
La tierra es mas densa que el agua.
¿Porqué el comportamiento de salvar un niño caído en el "centro de la tierra", en los "infiernos" y no hacerlo con el caído en el "centro de la mar" y si hacerlo en el "centro de la playa" y en el "centro de la piscina"? En el centro del mar el niño levanta la mandíbula para pedir rescate, en la piscina retrae la mandíbula, te mira a la cara este, mientras que el otro te evita mirar.
Neotenia: el defecto que nos permitió tener un encéfalo más grande
La neotenia es un fenómeno que en atropología describe la retención de las características de individuos inmaduros (jóvenes) durante más tiempo y más allá de la madurez sexual.
Es un fenómeno que se da en varias especies y algunas corrientes postulan que la especie humana es también una especie neoténica. A partir del hecho de que el cráneo de un chimpancé adulto difiere en gran medida del cráneo de un chimancé joven pero también del de un adulto humano, esta corriente considera que uno de los aspectos que contribuyó a nuestra especiación fue la neotenia o nuestra capacidad para retener nuestras características de niño durante más tiempo y el desarrollo del encéfalo que ello permite.
Por supuesto, esta retención no es un acto de voluntad por nuestra parte sino, como siempre, de mutación genética. Un cambio en nuestro ADN nos permitió un periodo de desarrollo postnatal más largo: un cráneo con características juveniles más tiempo, una proliferación celular más prolongada y capacidad durante más años de variabilidad (plasticidad neuronal) y desarrollo del encéfalo. Este “defecto”, este “retraso” en nuestro desarrollo, permitió a nuestro cuerpo “dedicar más tiempo” a “crear” encéfalo y a configurarlo tal y como lo conocemos hoy en día: el encéfalo más desarrollado de todas las especies. Y con él, todas sus útiles consecuencias: lenguaje, mayor capacidad de gestión social, mayor variabilidad de comportamientos, etc.
Si observamos el cráneo de un chimpancé joven, veremos que se parece extraordinariamente a un cráneo humano adulto y joven. En cambio, un cráneo de chimpancé adulto es considerablemente diferente al de un cráneo de chimpancé joven y al de un humano a cualquier edad. Esta diferencia con nuestros ancestros es por lo que se considera el fenómeno de neotenia a la hora de explicar el origen de nuestra especie.
Como dato, cabe mencionar que también se considera que fue un fenómeno de neotenia el que originó hace millones de años a los primeros vertebrados a patir de algún urocordado.
Juventud, divino tesoro. Ahora ya sabemos otro motivo por que decir esta frase.
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