La Unión Europea está nerviosa, tiritando. No tiene un plan de vida alternativo. No ha planificado una defensa basada en los ciudadanos y no en un ejército formal. Las ciudades se atacan desde sus calles. Las ciudades no se defienden con muros cuando sus almacenes, mal planificadas, están en sus vías de entrada y salida. En los años 70 se diseñó una ciudad medieval, por cabezas medievales. Se necesita un diseño de ciudad post-moderno, saltando de la medieval a esta.
En múltiples ocasiones me ocupé del diseño del abrigo, individual, familiar, de pobla, ciudad y sociedad.
Tres muertos, entre ellos una española, por una fuerte explosión en una panadería en el centro de París
El suceso, que ha dejado decenas de heridos, dos de ellos españoles, ha sido aparentemente motivado por una fuga de gas
París
Al menos tres personas —dos bomberos y una ciudadana española— han muerto y decenas han resultado heridas por una fuerte explosión este sábado en una panadería en el centro de París, informaron la Prefectura de Policía y el Ministerio español de Asuntos Exteriores. La causa probable del suceso es una fuga de gas, según las autoridades.
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El ministro español de Exteriores, Josep Borrell, confirmó en un tuit que una española ha muerto por la explosión. La fallecida estaba en uno de los hoteles cerca de la panadería,informa Miguel González. El cónsul adjunto está acompañando al viudo en estos momentos, señalaron fuentes del Ministerio español de Exteriores. Entre los casi 50 heridos se encuentran otros dos españoles, cuyo estado, según Exteriores, no reviste gravedad. Se trata de un hombre y una mujer, que se encuentran recibiendo tratamiento en un hospital. El consulado español está en contacto con ambos y con sus familias, según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El fiscal de París, Rémy Heitz, dijo a la prensa que los investigadores trabajaban sobre la hipótesis de un accidente, pero añadió: "A estas alturas no excluimos ninguna hipótesis". El ministro del Interior, Christophe Castaner, describió "una explosión grave ciertamente ligada a una fuga de gas de origen manifiestamente accidental con bolsas de gas que explotaron", informa la agencia France Presse.
La explosión, que ha dejado cristales rotos y coches volcados destrozados, ha ocurrido el mismo día en que la policía y los bomberos estaban movilizados para una nueva manifestación de los chalecos amarillos, la revuelta social contra el presidente Emmanuel Macron.
Los hechos sucedieron poco antes de las nueve de la mañana en la esquina de la calle de Treviso con la calle Santa Cecilia, en el distrito 9 de la capital francesa, cerca de la zona comercial y turística de los Grandes Bulevares. Es una zona de calles estrechas y edificios antiguos con abundantes cafés y restaurantes turísticos, comercios y pequeños hoteles.
Un fuerte olor a gas alertó a los vecinos, que llamaron a los bomberos, según explicó una testigo a la cadena BFM-TV. Una vez los bomberos llegaron se produjo la explosión. Algunos testimonios describen una sensación parecida a un seísmo. Algunos pensaron en un primer momento que se trataba de un atentado terrorista. La onda expansiva alcanzó hasta 200 metros de metros de la panadería.
Por la tarde, el barrio seguía acordonado por la policía y el acceso de peatones y automóviles estaba restringido. "No saque fotos, por favor", pedía la propietaria de una galería de arte que acaba de llegar a su comercio y descubrir que los cristales del escaparate estaban rotos. La cercana plaza de la Ópera se convirtió en un improvisado helipuerto con tres helicópteros para evacuar a los heridos.
La panadería Huber se encontraba en la planta baja de un edificio residencial. La explosión despertó a muchos vecinos que aprovechaban la mañana del sábado para dormir.
Ahmdi Salah, vecino de la panadería, había salido de su apartamento 15 minutos antes de la explosión para ir a hacer la compra. "Pensé que era una bomba", dijo mientras esperaba que le dejasen entrar en el perímetro clausurado para recuperar sus pertenencias si, como era previsible, debía pasar la noche fuera hasta que sea seguro volver.
"Yo arreglaba la casa porque tenían que venir invitados. Estaba junto a la ventana. Escuché el ruido. Pensé que era un trueno. El edificio tembló. Mis hijos estaban asustados. Abrí la ventana. Vi la panadería destrozada y humo negro. Me puse a rezar", explicó Camara Fatoumala, que también intentaba convencer a la policía para que la deje regresar a su casa. Fatoumala explica que, desde la ventana, vio a una mujer echada frente a la entrada del vecino hotel Mercure.
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