Al padre Ángel
El buen pastor no separa a las ovejas sino que las une.
El pastor que separa las ovejas, lo hace para venderlas.
El buen pastor habla con las ovejas, negras, blancas y pardas.
El buen pastor duerme con las ovejas para cuidarlas del lobo.
Padre, el pastor no necesita dinero sino palabras de amor para sus ovejas.
Padre, el pastor cuida de sus ovejas, no necesita cuidar de las ajenas para engañar a las propias.
Falsos pastores abundan. Verdaderos pastores escasean.
Los corderos no necesitan pastores.
Los pastores sometieron, a los corderos, los domesticaron.
Padre, los corderos necesitaron defenderse de los lobos cuando los pastores los esclavizaron.
La domesticación es esclavitud, explotación. La domesticación busca la mayor rentabilidad de los corderos. La domesticación no busca el amor, la convivencia entre sí y con los lobos.
Padre Ángel, Francisco de Asís no domesticó a corderos sino que sembró el amor entre ellos y con los demás seres, tierras, mares y aires.
Padre, quienes sabemos de nuestros padres, no necesitamos de aquellos que quieren imitarlos entrando en nuestras casas.
Padre, tú no eres padre, no eres, no tienes casa, manténte fuera de la casa de la Madre de Dios.
No sé si tienes casa en Urbiés o en el Congo de Leopoldo. Aquí, no tienes capa que te aparte del camino. San Martín, bien lo sabe de quien vendió su media capa.
Buen Martín, si crees que Ángel merece un trozo de tu cspa, así sea.
Gracias Martin por la capa con la gué hiciste crecer a mi hijo junto a su madre. Sabes que no los desatendí, no sabía de mi hijo. Gracias.
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