lunes, 28 de octubre de 2019

La mujer y el hombre no se desarrollaronn emparejados.

El origen de los humanos en ningún momento evolucionaron en parejas. La cohabitación de parejas no hacía posible la evolución. La evolución humana ha sido posible gracias a la poligamia.

La identidad genética del padre del recién nacido no puede ligarse a la identificación familiar. El criterio de "todo hijo de esposa es hijo de su esposo" era y es absurdo y contraria a la teoría de la evolución por adaptación.

De igual modo, el lenguaje del padre esposado nada tiene que ver con el del recién nacido.

 Por ello, el lenguaje de los esposos y de la familia es un factor determinante en la educación del recién nacido. El lenguaje no familiar es anti-filogenético y anti-ontogenético.

Este hecho obliga éticamente a educar en castellano y en asturiano local  pero no en idioma extranjero.

Hay que reconsiderar la educación de adultos desde su nacimiento al morir pasando por el vivir.


https://elpais.com/elpais/2019/10/28/ciencia/1572268579_834668.html


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