lunes, 28 de octubre de 2019

Como una promesa de verano eras tú


En el verano de 1963, como una promesa de futuro eras tu. La posibilidad de ir a UCLA a presentar el resultado de mi trabajo en física de la mano de la familia del tío Antonio en México, ha sido un atractor brusco que rompió bruscamente  mi vida emocional, personal, social y profesional.

La lectura del Tratado de Óptica me hizo saltar del camino en ssociedad. El camino en familia, con mi madre y mi padre no tenido ningún atractor externo. La formación, que no educación,  que me dieron. No puedo olvidar como se esforzaron en estudiar pasta poder arroparme; estudiaron en silencio para no tener quebrantos en su entorno social y familiar. Hemos sido un solo equipo en el que jamás hubo traición alguna. Nunca hubo envidia.

Cuando mi madre tuvo la enfermedad canalla, estudiaba geografía humana. para participar con mejor eficiencia en el análisis del centro de Asturias con prospección  de salud social. En aquel tiempo ya teníamos la Fundación San Martín con una movilización de capital que a ninguno de los tres nos llevó a mirarnos pasmados. El fin de nuestro trabajo no era monetario. sino de cohesión social, de participación en la construcción del superhombre.

Cuando un día entrabas en mi sala de trabajo, me retrotraje a aquel   verano. Se lo dije a mi padre que me contestó "te lo dije". Te conocí a través de tu familia. Habías sido una promesa de verano.

Mi padre no se marchó a la URSS a continuar sus estudios por el abuelo y mi por mi madre.




No hay comentarios:

Publicar un comentario