Yendo galopando con Negro camino del Mundo Gris de los Sueños, se detuvo bruscamente que me hizo bajar cogiedo a su crin. Al ponerme en pié quedé mirando a séis ojos negros y azules mientras tres bocas me exhalaron aire caliente y fétido. A la vez, negro se levantó sobre traseros mientras golpeaba aque ser con séis ojos que cada dos se fijaban en los mios en modo desafiante. Bruscamente negro se interpuso entre ellos y yo haciendo salir de aquel monstro ladridos infernales. Eran tres cabezas de perros negros y brillantes que salían de un solo cuerpo. Solté las crines y me avalancé sobre el monstruo cogiendo sin coger su escurridizo cuello. Negro relinchaba como nunca cubriendo mi cuerpo con el suyo. El omonstruo desapareció ante nosotros. Me subí al negro que muy despacio me encaminó a la puerta de una cueva que nunca habia visto allí. Tuve que convencer a negro para que entrara. Me llevó al borde de un lago donde se dejaba ver una larga y ancha barca movida con un remo de arrastre, por un ser humano deforme y si vestido con. En su proa estaba aquel monstruo de tres cabezas. Al fondo del lago una lámpara, apenas visible, me hizo pensar que el lago era largo y sin fin.
Me despierto, Cerbero me llevó a la Parca.
Exclamé ¡pero si es un agujero de gusano de Einstein-Rosen! ¡Es un atajo de mi espacio-tiempo, de mi vida!
Salté de Negro, bueno de la cama, y con las extremidades hiperextendidas, sentí que se me desgarraban, pensé que, al fin, llegué donde me encontraría con los mios.
Cuando inspiramos no lo hacemos con los dos hemitórax. Uno inspira y otro espira como consecuencia del giro sobre la columna vertebral y el braceo a modo de hélices.
Por este motivo, la fisioterapia y la ventiloterapia hemos de hacerlas en decúbito prono sobre dos almohadas elásticas, una para cada hemitórax y el tórax en elevación a 30 grados para hacer salir el gas basura desde el recodo del gusano al lugar del can cerbero.
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