viernes, 20 de octubre de 2017

Memoria para quien no la tenga.

La capital del ducado de Cantabria es tomadaa por los mahometanos.
Pedro I de Cantabria acude a Onís en ayuda de Pelayo.
Se alían casando a  sus hijos, Alfonso con Hermesinda. Y, con el fin de tomar la iniciativa frente a los mahometanos; atacarles y no defenderse.
Por esta alianza ambos se dirigen hacia Cillaperlata donde, con la ayuda de la Virgen María, al prolongar la luz del día, les hacen retroceder  por primera vez desde Guadalete. De esta primera batalla los majometanos avanzan hscua el norte peninsular tras la guardia del rey Rodrigo al mando de Pelayo que era su conde palatii.
Don Pelayo recoge el tesoro de los reyes visigodos del reino de Toledo, el Código de los jueces, y huye a las tierras de su padre Fruela en Asturias, de las que había salido tras el asesinato de su padre a refugiarse con Don Rodrigo.
En esta huída a Asturias, el conde Pelayo es perseguido por Muza hasta el río Piloña que, al no atreverse a vadearlo, decide retornar por el puerto de Tarna para stacarle por el oriente, siendo este el motivo por el cual se enfrenta a Pedro I de Cantabria.

A partir de la batalla de Cillaperlata, lis pueblos cristianos inician la reconquista de las tierras peninsulares, creando la primera unidad política de España que finalizan los reyes Fernando e Isabel.

Hasta nuestros días perdura la unidad política de la Península. Solo hay una secesión territorial peninsular que es Portugal.
La unidad peninsular no incluye nunca el Señorío de Vasconia.

A lo largo de todo el Pirineo, Carlomagno coloca condados defensivos de su Imperio, a  los que denomina "marcas"; con el consentimiento del Señorío de Vasconia y el Reino de Asturias. En ningún momento son territorios peninsulares secesionados de la península sino territorios francos bajo la administración de condes, o administradores francos.



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