Twitter elimina 259 cuentas falsas que el PP creó para las últimas elecciones generales
La red social atribuye el control de estos perfiles directamente al partido
Entre los pasados meses de febrero y abril, el Partido Popular creó más de 200 cuentas falsas de Twitter para manipular la conversación en la red social. El 26 de febrero, diez días después de la convocatoria de los comicios del 28-A, desde el PP empezaron a crear las cuentas falsas. El ritmo de creación dependía del día: el 30 de marzo fue el día de más actividad, con más de 60 cuentas nuevas, mientras que en los fines de semana el ritmo de creación descendía hasta casi desaparecer. Su objetivo era, según Twitter, "spam o hacer retuit para aumentar la interacción".
Es la quinta vez que Twitter revela bases de datos de cuentas falsas vinculadas a gobiernos o instituciones públicas en su red. La práctica está relacionada con países habitualmente más sospechosos: Irán, Rusia, Venezuela, China. España tiene el triste honor de ser el único país occidental en haber sido citado en estas revelaciones y no una, sino dos veces: en junio Twitter denunció el uso de cuentas falsas desde Esquerra Republicana.
El PP niega que tenga nada que ver con esta práctica: "Entre los miles de simpatizantes del partido en toda España, habrá gente que sí las haga y al interactuar con cuentas del Partido nos las achacarán a nosotros pero el partido nunca ha querido tener una estrategia de cuentas falsas", dice un portavoz del partido. La declaración es la misma que el PP dio a eldiario.es cuando reveló a finales de marzo un "comando de bots". Es muy probable que buena parte de esas cuentas estén en el anuncio de Twitter. La compañía ha publicado 259 porque son las que ha atribuido con fiabilidad al PP. Si encuentra más, las comunicará en futuros anuncios.
Como con el caso de ERC, Twitter insiste en que solo denuncia públicamente cuando está completamente seguro del origen de la actividad ilegítima: "Solo revelamos conjuntos de datos asociados con actividades maliciosas coordinadas que podemos asociar de manera fiable con actores afiliados al Estado", dicen. Sobre el problema de la atribución, fuentes de Twitter insisten en que solo se mueven sobre seguro: "Requerimos asociaciones claras y verificables entre las cuentas que identificamos", dicen. En el mundo de las redes sociales, no hay establecimiento de relación más firme que este tipo de declaración pública.
Twitter no ha publicado los nombres ni nicks de las cuentas falsas, pero sí sus tuits, biografía, número de seguidores y fecha de creación. De las 259 cuentas, 43 nunca tuitearon. Las otras 216 emitieron 56.712 tuits. La cuenta con más seguidores tenía 841 seguidores y seguía a más de 4.000 personas. Su bio era: "Mujer emprendedora. Nunca rendirse ante las adversidades. La única diferencia entre el éxito y el trabajo es la capacidad de actuar". Había 48 cuentas sin ningún seguidor.
Los últimos tuits de esas cuentas fueron emitidos el 22 de abril a las 12 de la mañana. Quedaban seis días para las elecciones y alguien debió decidir que habían hecho su trabajo.
Su actividad no es la habitual de bots automatizados. Estas cuentas crearon más tuits originales que retuits: 29.670 tuits por 27.042 retuits. Las cuentas que más retuitearon fueron @pablocasado_ y @populares. Las dos siguientes con más retuits son dos cuentas suspendidas: @helenalledias @Susanasmileee. Ambas debían formar parte de la red de cuentas falsas.
Un grupo consistente de las bios indican preferencias similares a hipotéticos votantes del PP: "Amante del motor y del olor a gasolina. Español con todas las letras" o "Deportista, liberal y defensora de la unidad de España". Pero también hay muchas de otras tendencias, por si necesitaban crear sensación de división en partidos rivales: "Votante de Podemos. Tengo la sangre roja y el corazón a la izquierda" o "Constructor. Con el puño en alto todo el día. ✊ Comunismo como estilo de vida. Progresista. Guerreando".
El tuit más retuiteado por estas cuentas es este de la hoy concejal del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy:
Todo mi apoyo. Una vez más, como a otros que hemos sufrido episodios así por defender ideas contrarias al totalitarismo nacionalista, alentado y patrocinado por el Gobierno independentista. ¡Basta ya de fascismo en Cataluña! Ni un paso atrás. ¡Seguiremos defendiendo la libertad!
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