Es habitual estructurar al ser vivo en tres: nacidos, vivos y muertes.
Los nacidos tienen su origen en los muertos.
Por ello, los muertos justifican los nacidos.
Conocer la memoria de los muertos hace posible conocer la de los nacidos.
Por ello que los hombres transmiten a sus generaciones venideras su saber y conocimiento. Lo hacen mediante crónicas narrativas que transmiten oralmente y a través de la escritura.
Señores que hablan en nombre de VOX, PP y Cs, edúquense antes de maltratar a sus hijos que, a la vez, dicen quererlos.
Léanse el mito de Teuth y Thamus:
Hace unos 5.000 años en tierras de Ur, existía un reino, siendo Thamus su rey. En ese reinado vivía el sabio Teuth.
Este sabio, acudió a ver a su rey para darle a conocer un descubrimiento que había hecho.
Mi señor, he descubierto algo que hará no perder la memoria a los hombres.
El rey le dijo, mi buen sabio, no me interesa que se lo des a los hombres.
Así los hombres sembraban su saber, lo cultivaban, lo almacenaban y, hacían uso del mismo, tiempo después del suceso.
Así es como nació la cultura.
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