jueves, 14 de febrero de 2019

Seguimos con la historia del tren

Buenos días.
La historia cientifica ha de ser una cronica narrativa de relacion causal, 

El ferrocarril, camino de hierro, no comienza con la maquina de vapor. No comienza con la maquina sino con el camino con la via, con el camino. ¿cual es la causa que motiva diiiseñar y construir un camino, o via?

No tengas cuidado que lo haré en los tiempos.

Sabes que fueron los lughones aquellos que inventaron, diseñaron, construyeron e hicieron evolucionara los viales y vías con tracción de sangre bajo la autoritas de Lughio. Ha sido ello 200 años antes del comienzo de nuestra Era. Se hizo creer que fueron las centurias romanas ya que ellos les dieron en llamar viales, o vías. Sin embargo, cuando dieron a saber dentro de la muralla de Adriano la construcción la vía Augusta con la división en vía Astúriga que, partiendo del Lucus Asturum, de tan penoso recuerdo para ellos tenía. Desde este lugar alcanzaron la, para ellos cismontana Ornia donde explotaron las Médulas de su oro con las técnicas de carga de agua del río cercano que desde allí llevaron al Lazio.

Desde el sacro lugar de los lughones también partía la vía Flavia que por la plataforma marítima crearía el asentamiento de aparcadero, para recibir suministro que con el tiempo sería Navía, en su tránsito para alcanzar el fin de la tierra, o Finisterre del Almagesto del de Alejandría Ptolomeo y que influido por los físicos griegos concebía la tierra como plana.


La aurora mostraba sus lujuriosos encantos, apreció destellos brillantes que se movían como serpiente en ataque. Sorprendido levantose separó sus piés, mano siniestra sobre la empuñadura de su espada corta, puso la diestra sobre su frente para procurar llegar a saber de que se trataba.

Pronto dijo “son ellos, otra vez”. Dile a mi padre y tu Señor que raudo acuda a mi llamada. Y, tan rápido Lughcarno, su segundo, que cuando giró ya solo la estela observó.

Volviose y dijo para sí, están haciendo uso indebido de la rueda. Los tenemos hincados en nuestra tierra llana y, que en otro tiempo nuestro pueblo llamará La Morgal como morgue, o lugar de depósito de cadáveres de aquellos que osen desmemoriarse de nuestro Pueblo, Lughonia.

Acudí a su encuentro a lomos de Moro, mi caballo negro brillante que portaba la espada larga de nuestro Dios Lugh. A nuestro lado mi fiel Lughnach, perra  del linaje braco que siempre acompañó por el denso monte sagrado y con los claros del bosque en los que habitaba mi pueblo donde cultivaban la miel y, por ello, dícense truébanos.

Nota.- Seguiré para describir cómo entonces se descubre el artilugio hoy sabido como tren, o carro de hierro que quiero llevar a todos los pueblos sin dinero.

Lughio, príncipe, principal, o primero del reino de Lughonia en tiempo del rey Lughjoma y de la reina Lughmar, acudió en ayuda de la centuria del imperio de Roma que, aventurando su discurrir por las tierras llanas de Lughonia y que, en otrora lugar de enterramiento de los suyos y, por ello, nombrado La Morgal, o lugar de enterramiento en su memoria.

Al llegar  a su sitio fue saludado por el centurión Negation al mando.

Lughio ofreció darle solución a su penosa situación. Aceptada, le dijo.

Negation, su situación tiene como causa un mal uso de la rueda que el pueblo lughon le regaló como muestra de amistad y colaboración entre pueblos vecinos en el deseo de hacer conforme a un plan de colaboración.

Expongo, que la rueda es útil de tracción en función de la carga/deformación del piso. Cuando la deformación supera determinado umbral debe ser complementada con una carga de material de baja deformabilidad como puede ser piedra no fragmentable.

En este caso, y como solución temporal o transportable, la rueda se desplaza sobre madera que, como el abedul, es de baja deformabilidad y ligera en su peso, por lo que puede transportarse.

Así pués, les ofrecemos nuestras vías, o largueros de abedul, o  colocadas sobre vigas transversales y a las mismas y que nonbramos “traviesas” que mantendrán en superficie las vías complementarias no deformables de abedul. Traviesas que mantendrán la tracción rodada paralela y en el mismo plano.

Ofrecemos a los ingenieros y los utilleros de las vías de nuestro reino y con aquellas de nuestros vecinos con los cuales acordamos.

Con la aceptación abnegada y no razonada, el resignado Negation, se daba un paso propio de titanes al separar la vía de la rueda del pié y de la pezuña de las bestias de tracción. A las ruedas, y en su interior, se coloca un tope circular, o pestañas, para evitar su desplazamiento fuera del abedul.

La obra concluyó con La Luz de la Luna, llegando al lugar Castañeda, el lugar de castaños, a los pies de la talanquera del palacio de Lughjoma.

Allí descansó la centuria que reinició su marcha por la vía Flavia camino de las minas de oro en la Astúrica Augusta en la que habitaba el pueblo, nuestro hermano, de Ornia cismontana para ellos y transmontana para nosotros, y que llegaba hasta tras os montes lusitanos.

Hay un error en la narrativa histórica del origen del tren, como he descrito aquí.


Nota.- Seguiremos en el discurso histórico que llevará al siglo XVII y, sobre todo, con la máquina de vapor y la vía propia utilizando el hierro y no la piedra y la madera en la ingeniería vial.

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