domingo, 13 de enero de 2019

Nidaba, diosa de la fertilidad y la escritura y la astrología en Asiria.

Con tu memoria de Joëlle, ya emérita. Me alegra evocar aquel 30 de Abril de 1968 cuando tomaste la decisión "haré lenguas que dicen muertas. Soy fértil por lo que me considero un árbol del lenguaje y haré que broten en mi frutos, palabras. No cabe otra cosa, hoy me han caído las flores de las que mi familia y yo hemos estado cuidando hasta hoy. Se lo dije a mis padres. Mi madre lloró cuando me decía que tengas suerte hija. Este es el primer viento que sacude tu cuerpo, que caigan tus flores en campo fértil.

Del primer fruto, cultivaste un árbol. Este tuvo tres frutos que cultivó. De este, uno ya tiene un árbol.

Joëlle tienes un parterre en el Edén, en el que hay diez árboles. Nunca me has dicho que quisieras tener otro en la misma tierra pero me lo has comentado. Lo has tenido, lo tienes y lo tendrás. La escritura de este árbol siempre te escribió y has leído.

Aquel día llevabas contigo "La historia comenzó en Sumer"

Al día siguiente, en el desayuno ruidoso me regalaste este libro junto con la mirada miope por encima de las gafas y tirando de mi mano derecha "léetelo. Las lenguas son árboles que te invitan con sus flores a coger las palabras que son sus frutos"

Joëlle, me alegro. Un beso, mujer, maestra.

Recordando, Nidaba.




La diosa Nidaba, Nisaba, o Nanibgal, diosa Sumeria de la fertilidad y diosa Asiria de la escritura de y la astrología.

Nidaba, hija de Enlil,  De Enki o de An.

Esposa de Haia y madre de la diosa Ninlil.
A Nidaba se le rendía culto en E-Zagin, Uruk y Umma.


Estatua a la Fertilidad, Valeriano Salvatierra, Museo del Prado


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