La bondad del matrimonio
San Agustín
Traductor: Félix García Díaz, OSA
Capítulo I
Sociedad primigenia de varón y mujer.
No es ahora el momento oportuno de investigar en este lugar ni de proferir una opinión definitiva acerca del problema de dónde pudiera provenir la prole de los primeros hombres, si quienes Dios bendijo diciéndoles: Creced y multiplicaos y poblad la tierra, si nuestros primeros padres no hubieran pecado, ya que sabido es que por el pecado le sobrevino al cuerpo la muerte, y que, por otra parte, el ayuntamiento carnal no puede verificarse sino en los cuerpos perecederos y mortales.
Sobre esta cuestión se han producido múltiples y contrapuestas sentencias. Si hubieran de ser contrastadas para deducir cuál de ellas se conforma más adecuadamente con la verdad de las divinas Escrituras, darían materia de prolija y ardua controversia, ya se tratase de investigar cómo, de no haber prevaricado la primera progenie humana se hubieran podido engendrar los hijos con cualquier otro arbitrio fuera del comercio canal.
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