jueves, 16 de marzo de 2017

Lealtad y empeño en superación, manifestación de la sociedad humana, superhombres.

Don Rodrigo Díaz de Vivar se casa con Jimena, hija de Diego Rodríguez, conde de Oviedo y Duque de Asturias, así como hermana de Pedro Díaz, conde Soto de aller, padre de Doña Gontrodo, madre de Doña Urraca, Reina de Asturias e hija de Don Alfonso VII, Emperador de Asturias y León.
Don Rodrigo ha era vasallo del Don Alfonso VI, Rey de León y hermano de Doña Urraca infanta de Asturias y León.

Situado este momento histórico y lonajes de los qua anoté en otras ocasiones, me complace anotar sobre las propiedades que Don Rodrígo tenía y han sido escritas tan bellamente en la gran obra literaria sabida como Poema de Mio Cid, al que así decían del mismo sus enemigos y negaban aquellos que se decían amigos.

....Don Rodrigo, Mio Cid, cuyas partes en una son: Lealtad, Confianza y Disposición a superar toda adversidad personal, familiar y social.

Cuando el gradiente entre toda demanda demandada y obtenida tiene por fin su nulidad, se dice confianza, o que su comportamiento es autocontrolado, o predecible. Comportamiento inverso es aquel no predecible,  regulado o dependiente de factores ajenos al propio sistema.


Tiene por lema el Señor Don Bernaldo del Carpio que: "ante espada corta un paso más"; nunca retroceder, o negar su presencia.
Tiene por lema el Señor Don Rodrigo de Vivar: "¡Que buen vasallo si oviera buen Señor!", como del mismo decía el pueblo de Burgos tras las finistras al ver salir a Don Rodrigo desterrado por su mal Señor, Don Alfonso al que juró lealtad hasta despues de ser herido de muerte,;al entregsrle la ciudad de Valencia tomada por la fuerza de sus vasallos y entregada al Señor Don Alfonso al que había jurado lealtad; y cuando se jura lealtad se hace hasta después de su vida en Doña Jimena  Diégo Rodriguez,  Señora de Valencia, y de sus hijas Doña María, ya muerta, y Doña Elvira y Doña Sol, desagraviadas de sus maridos los infantes de Carrión, Don Fernan y Don Diego González. Falsos infantes y cobardes capaces de de maltratar a sus esposas para ocultar su vergonzosa cobsrdía, pues eran hijos de los Condes de Carrión Don Gómez y Doña Teresa.

Es mi deseo dedicarle a mis hijas y sobrinos, testamento con estas notas. Con el regreso a EEUU de mi hija Laura, y  a mi sobrino/nieto John, también residente alli para que no olviden sus raíces; de sus padres Laura y de su madre, John.

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